Ambientazo para que siga la racha

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

El Deportivo busca ante Las Palmas su sexta victoria consecutiva ante un estadio de Riazor que ha agotado todo el papel disponible y que volverá a encomendarse al gran momento de Sabin Merino

01 feb 2020 . Actualizado a las 16:33 h.

Con los mimbres con los que contaba hasta ahora, el once de Fernando Vázquez empezaba a poder recitarse de carrerilla. Está claro el portero; la defensa, salvo por las modificaciones que obligan las lesiones, también; el centro del campo, con Gaku rehabilitado como cerebro del fútbol coruñés, lo mismo. Y a partir de ahí empiezan las dudas. Çolak, Aketxe, Beauvue, Koné, Mollejo, Vallejo... La alternativas, a las que se sumará el exmalaguista Keko, recién incorporado, han añadido un abanico de color al entrenador, que se piensa mucho las últimas pinceladas de su ataque. «Empiezo a tener jugadores que creo que deberían ser titulares y para los que tengo que buscar un sistema donde quepan todos sin perder eficacia defensiva», decía ayer Vázquez. Siete nombres para solo dos puestos, al menos mientras se mantenga la zaga de cinco. Solo la punta tiene dueño. Cómo negarle a Sabin Merino, inmerso en la mejor racha goleadora de su carrera deportiva, su condición de titular.

El atacante, fruto de Lezama, marcó ante el Real Madrid en el Bernabéu su único gol en la Liga 2016-2017. Fue el último antes de una sequía de tres años y tres meses sin ver portería que se rompió en su debut ante el Racing de Santander. Y volvió a marcar ante el Cádiz. Y ante el Albacete. Nueve puntos después, con Merino se vence. Y él convence.

El casting para acompañarlo está abierto en Abegondo. «Si me veis entrenar, veréis que evidentemente estoy entrenando otro tipo se situaciones», apuntaba el de Castrofeito. Así fue en su última sesión, en la que probó un centro del campo con Peru, Vicente y Gaku Shibasaki, con Çolak y Beauvue en los tres cuartos de campo y —siempre— Sabin de delantero centro. Vázquez está metido de lleno en el laboratorio para hacer una dulce transición en la retaguardia, de tres centrales a una pareja solvente. «¿Cuándo me veréis cambiar? Cuando considere que nuestro potencial es suficiente como para batir a los rivales utilizando nuestras propias armas. De momento estamos en otra fase», explicaba tras confesar que sus planes pasan por abultar menos en defensa y ofrecer más asociación en la creación. Sus palabras parecen dejar claro que la fase experimental no empezará ante la Unión Deportiva Las Palmas. El cambio de cromos de las últimas horas también hace apostar por una apuesta más conservadora, más estable y que además se está demostrando fiable.

Todo apunta a la continuidad y el Deportivo, como mucho, retocará lo visto en Albacete. Luis Ruiz podría asaltar el lateral izquierdo para devolver a esa posición a un especialista. Más teniendo en cuenta que la dupla formada por el canterano del Atlético y Emre Çolak sufrió por ese costado ante los manchegos, algo evidente pese a la lluvia de elogios que Mollejo recibió tras el partido del Belmonte. Ayer, Fernando volvió a echarle un capote. «Le falta comprender un poco la función de ese tipo de jugador en especial, si quisiera jugar así no tendría ningún problema», dejó caer.

Viejos conocidos

El fútbol es muy pequeño y todo queda en casa. El Lugo, «enemigo» en la tabla, entrenó ayer en Abegondo por cuestiones logísticas antes de emprender rumbo a Almendralejo. Mientras los lucenses se marchaban al vestuario, los jugadores del Deportivo, por la banda opuesta, saltaban al césped. Con ellos Fernando Vázquez, exentrenador del Lugo y también del Las Palmas. De las islas solo guarda buenos recuerdos. «Estuve un año y fue impresionante. Pasé un año allí increíble. A falta de ocho jornadas nos faltaban dos puntos o así para salvarnos y descendimos. Fue muy duro, pero quiero tanto a esa afición...», se sinceraba Fernando Vázquez tirando de recuerdos de aquella campaña 2001-2002. En aquella plantilla había jugadores como Paqui, Schürrer, Jorge Larena, Samways. Y por supuesto Rubén Castro.

Al frente del rival, otro ex de la casa: Pepe Mel, que ya viene llorado de la isla. Con razón. Once jugadores, un equipo completo, se han quedado en Canarias por una u otra razón. El canterano Fabio González, que acaba de estampar su contrato como jugador del primer equipo, ha sido el último en caer, víctima de un virus estomacal. «El jugador merece tener esa ficha. Lo malo para nosotros es que, por desgracia, el dorsal lo va a lucir en la cama de su casa», dijo Mel en la previa. Cayó también Álex Suárez por un problema de cadera. A ellos se suman Mantovani, Aridai, Drolé, Ávaro Lemos, Cedrés, Dani Castellano y Raúl Fernández. Tampoco están Benito y Javi Castellano, que cumplen ciclo de amonestaciones. Con semejante nómina de desgracias, el entrenador madrileño contará en Riazor con trece futbolistas profesionales. A punto estuvo Narváez de dejar el número en una docena, pero finalmente entró. Aythami, autor del tanto del triunfo visitante la campaña pasada, es otro viejo conocido que volverá a pisar el césped de Riazor. Todo queda en casa.

Ambiente de grandes citas

Por tercer partido consecutivo, Riazor colgará el cartel de no hay billetes. Las entradas a la venta disponibles se agotaron ayer. Tendrá Vázquez el ambiente que deseaba, ese que según él hace grandes a los equipos. Un mensaje en el que volvió a insistir. Con premio.

Alineaciones probables:

Deportivo: Dani Giménez; Bóveda, Mujaid, Somma, Montero, Luis Ruiz o Mollejo; Peru, Gaku, Aketxe, Çolak y Sabin Merino.

Las Palmas: Vallés; Curbelo, Lemos, Aythami, De la Bella; Kirian, Ruiz de Galarreta; Srnic, Tana, Pedri; Rubén Castro