El árbitro al que acusaron de llamar idiotas y payasos a algunos jugadores

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

15 feb 2020 . Actualizado a las 12:26 h.

Cierto que cuando un árbitro lleva años pitando es probable que en más de una ocasión pueda tener críticas. Pero unos se caracterizan por provocar más líos que otros. Es el caso de Jorge Figueroa Vázquez, colegiado que volvió a desquiciar a los aficionados y jugadores del estadio de Riazor. Hacía tiempo, quizá años, que no se veía a los deportivistas tan indignados.

Sí, volvió a desquiciarlos porque no es la primera vez que la monta en A Coruña. Hace 5 años, en un Dépor - Hércules, echó a los recogepelotas por «no hacer su labor de forma correcta». Minutos antes había expulsado a Luisinho, al que acusó de decirle a su asistente: «Robo, esto es un robo, sinvergüenza, de aquí no sales». El luso negó los hechos: «Es mi palabra contra la suya». Pero le cayeron 4 partidos.

El sevillano es persona non grata en campos de Segunda como el Belmonte, en donde son varias las ocasiones en las que la montó. Como también se la jugó al Pontevedra en el play off de ascenso de la temporada 2009-2010. Los granates cayeron ante el Alcorcón, desde entonces todavía en la categoría de plata del fútbol español. Tras aquel encuentro, Gerardo fue duro en su denuncia contra el colegiado: «Nos llegó a llamar idiotas, payasos, que aquí mandaba él. Lamentable».

Esta vez, los deportivistas fueron más suaves, pero se pasaron medio partido descentrados con el andaluz, quien, entre otros errores, perdonó la expulsión a Stuani, el autor de los dos goles, con el 2-1 en el marcador tras golpear con su brazo en la cara de Peru. Vio la acción, pues pitó falta, pero se guardó la segunda amarilla en el bolsillo. El Dépor perdió dos puntos, Vicente (expulsado al final) se perderá el próximo partido, la afición se llevó un disgusto, pero Figueroa no perderá ocasión de seguir paseándose por los campos montando líos.