Marzo, con tres encuentros en Riazor sobre el total de cinco, definirá el objetivo de un Dépor que hace un año se despidió del ascenso directo en ese mismo tramo
29 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Varios adversarios ubicados en la zona media-baja, tres partidos en casa y a una distancia asequible del objetivo principal. Así era marzo hace un año, y así pinta doce meses después. El tramo clave del campeonato se presentaba favorable para Natxo González y no tiene peor aspecto en esta ocasión. Se trata, nada más, de revertir lo ocurrido entonces, cuando el Deportivo dilapidó la que parecía la serie de partidos más favorable hasta prácticamente despedirse de sus opciones de ascenso directo y quedarse a las puertas del cambio de entrenador. La cadena que precipitó la gran crisis institucional, marcando el devenir del equipo y el club, arrancó un 3 de marzo, con la visita del Alcorcón. Lo dirigía Cristóbal Parralo y había perdido el fuelle de la primera vuelta del curso —una situación similar a la que está sufriendo el Fuenlabrada esta campaña—. Los coruñeses llegaron en ventaja al minuto 85 y vieron volar dos puntos en el 86. Arrancaron el choque a tres del líder, y lo cerraron a cuatro de las plazas de ascenso directo, que no volvieron a tocar.
Una semana más tarde tocó repetir en casa, de nuevo frente a un ex. Mel se estrenó en Las Palmas provocando la primera derrota del Dépor como local, a la altura de la jornada 29. De nuevo el minuto 86 como el momento fatídico, con Aythami como ejecutor. La victoria regalada por el castigo al Reus acabó siendo la única obtenida en marzo, que aún dejó otros dos empates, frente al Almería y el Oviedo. Seis puntos (tres sin jugar) de 15 posibles, y el conjunto coruñés tan tocado que una semana más tarde cambió de entrenador.
Un año más tarde, el técnico al frente no admite discusión tras haber resucitado a un equipo al borde del desahucio, pero la serie de siete triunfos (el primero, obtenido por Luis César) y ocho duelos sin derrota, no ha generado más colchón que los dos puntos que separan a los blanquiazules de su próximo rival.
El Lugo abrirá, mañana a las cuatro de la tarde, los encuentros de marzo. Un mes repleto de duelos a corta distancia que aseguran al menos la buena respuesta de público en Riazor. Después del vecino vendrá el Sporting, antagonista por excelencia en la categoría, cuya visita, fijada para un sábado por la noche (21 horas) augura amplia presencia de hinchas rojiblancos en la ciudad. Una semana más tarde, el desplazamiento para visitar al otro conjunto asturiano en Segunda parece propicio para la marea blanquiazul, aunque, siguiendo su incomprensible rutina en la designación de horarios, la Liga todavía no ha fijado el de la cita en el Tartiere.
Los oponentes de dos de estos tres partidos ocupan ahora mismo plaza en zona de descenso. El tercero ha protagonizado un resurgir similar al coruñés. La escuadra gijonesa está solo un punto por debajo del Rayo, último adversario de marzo para los de Fernando Vázquez, aunque el equipo madrileño aún debe completar su choque con el Albacete, que podría colocarlo en zona de promoción de ascenso, por delante del Elche.
El duelo más complicado de la serie, a priori, es el que obligará a visitar el estadio de los Juegos Mediterráneos la próxima semana. El Almería es tercero y pese a su mal momento sigue aspirando a uno de los dos primeros puestos de la tabla. Los que ambicionaba, cargado de argumentos, el Deportivo hace solo un año, cuando abría marzo con las opciones intactas y el calendario a favor.