Un equipo por fin fiable y con mucho crédito ganado

Miguel Figueira

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

03 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Deportivo que cogió Fernando Vázquez era un equipo que se rompía con mucha facilidad, que no era fiable ni seguro. El sistema de tres centrales llevó a los jugadores a adquirir una serie de automatismos muy positivos, sabiendo perfectamente qué espacios ocupar tanto en defensa como en ataque. El actual es un momento de la temporada (por lo sucedido antes y lo que viene después) en el que resulta indispensable consolidarse como un conjunto estable, de ideas claras, aunque esto pueda generar ciertos problemas en partidos en los que la propuesta del rival sea similar a la del Dépor. Algo que sucedió frente al Lugo, que se plantó en Riazor con la idea de cerrar espacios y no asumir riesgos.

Ahí se pone de manifiesto que todavía faltan recursos para provocar situaciones ofensivas de superioridad, capacidad para forzar acciones de uno contra uno en banda, o generar jugadas de centro y remate claro. Casi todo pasa por incorporaciones de los carrileros o el acierto en el desmarque de Sabin Merino. El empleo de extremos para ocupar los costados o el uso de un segundo punta para multiplicar las marcas son recursos viables para explotar sin renunciar a lo que hasta ahora ha dado mejor resultado: los tres centrales.

En esa línea ha encajado bien Peru Nolaskoain, por mucho que algún error vistoso pueda penalizar la percepción sobre su papel. Se trata del jugador con mejores recursos para romper líneas sin tener que cargar todo el peso creativo sobre la medular. Estos riesgos que asume en la transición ofensiva son imprescindibles, aunque le expongan más al fallo. En el centro del campo hay muchas más variantes (el retorno de Gaku, la puesta a punto de Uche) que permiten mantener a Peru en la zaga. Sin él, Montero y Mujaid quedarían muy expuestos y construir sobre ellos una pareja de centrales podría transmitir sensación de fragilidad. Un problema ya superado por este Dépor que parte de la premisa de la fiabilidad. Que ya no tiene lagunas graves.

Un crédito que ha costado adquirir y que todavía da mucho margen tanto a Fernando Vázquez como a sus futbolistas. El Almería y sus necesidades encajan mejor en el modelo del Dépor, que ahora no necesita perder para que el aficionado quede descontento. Y eso es muy buena señal