El retorno del futbolista vasco, cuya baja se ha alargado mucho más de lo que el entrenador previó, dotará a Fernando Vázquez de un recurso clave
16 jul 2020 . Actualizado a las 18:17 h.Gimnasio, bici estática y camilla del fisio. Son los primeros síntomas de la nueva recuperación de Peru Nolaskoain, tras el intento fallido de la semana pasada. El futbolista vasco participó el lunes en la rutina de entrenamiento del grupo de titulares frente al Extremadura, reiniciando su trabajo en compañía, después de que una amigdalitis le impidiese participar en el duelo con los de Manuel Mosquera. La cita en la que el conjunto de Almendralejo sonrojó al Dépor tendría que haber supuesto la vuelta a la competición de una pieza fundamental para Fernando Vázquez, pero los problemas de garganta obligaron a posponer el retorno, debilitando una zona clave en los esquemas del técnico.
Sin Nolaskoain, el entrenador blanquiazul no tiene alternativas para disimular con ciertas garantías el hueco que deja Uche Agbo, a quien no podrá recuperar ya hasta el próximo curso (el nigeriano seguirá en A Coruña si se logra la permanencia). Carece de especialistas en labores de contención para la medular y los recambios de emergencia, suficientes para sostener al equipo ante el Tenerife y el Huesca, no alcanzaron después para frenar al Málaga y al Extremadura.
Ante los andaluces, Vázquez optó por mezclar a Gaku y Vicente, pero el canario está falto del ritmo que ofreció durante la etapa de Luis César para convertirse en uno de los jugadores más destacados del equipo en esa fase de competición. La inconsistencia exhibida en La Rosaleda propició un nuevo retoque para la última jornada, con Borja Valle volviendo a asumir el rol que se le asignó cuando Uche cayó lesionado en el Heliodoro. El berciano fue incapaz de repetir el sorprendente desempeño que le sirvió para acaparar elogios ante el conjunto canario y en el duelo siguiente contra los oscenses. Hasta el punto de llevar a su entrenador a mojarse a favor de renovar un contrato que se extinguirá cuando concluya la campaña en curso.
Valle mantuvo un elevado acierto en el pase —88 %, lejos, sin embargo, de la perfección que rozó en Tenerife—, pero no logró gobernar el duelo, inconsistente y arropado por una pobre versión de Gaku y Aketxe.
Estos dos últimos choques han resaltado un problema ya intuido en cuanto a recursos. Uche Agbo había emergido como pieza perfecta que encajar justo por delante de la zaga, y su baja se sumó a la necesidad de rearmar la propia defensa retrasando a Bergantiños. Al capitán empezaba a costarle abarcar la medular y está resultando indispensable en su nuevo destino, pero sin él ni su compañero africano se pierde músculo, intensidad y rigor táctico en el centro del campo. Algo que debe aportar Nolaskoain.
El técnico lo prefiere de central
Fernando Vázquez siempre ha preferido al vasco como central, y en ese papel lo ha empleado cada vez que ha podido elegir, pero a estas alturas de competición, la urgencia y la magnitud del problema fuerza a dejar de lado la cuestión de gustos. Es en la sala de máquinas donde más se nota la brecha abierta por las bajas y las exigencias de un torneo concentrado.
El entrenador del Dépor ha optado por reformar en cada encuentro sus alineaciones, en busca de frescura. Eso también lo puede aportar el jugador prestado por el Athletic, tras una recuperación que se ha prolongado mucho más de lo que el técnico previó. La reincorporación progresiva, con el margen extra de las molestias de garganta, garantiza una menor fatiga para un elemento que debería ser clave en el momento más delicado.