El Dépor examina la revolución del grupo 1A

TORRE DE MARATHÓN

Imagen del partido entre el Guijuelo y el Deportivo en la primera vuelta
Imagen del partido entre el Guijuelo y el Deportivo en la primera vuelta ANGEL GARCIA LOF

Los próximos tres duelos medirán al conjunto coruñés con equipos que cambiaron esta semana de entrenador, escenificando la incertidumbre que domina la categoría en un momento clave

13 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El domingo a primera hora cayeron los hermanos Montes. A última, la víctima fue Jesús Ramos. El miércoles por la tarde, le tocó el turno a Emilio Larraz. El grupo 1A de Segunda B ha concentrado en cuatro días su más reciente revolución. La de enero se cebó en los banquillos del Helmántico y Riazor. La de febrero ha alcanzado el Municipal Luis Ramos, A Malata y Pasarón, residencia de los tres próximos rivales del Deportivo en su carrera contrarreloj. El calendario ha convertido al conjunto blanquiazul en juez de la inestabilidad de la categoría, en la que la brevedad de cada fase precipita las decisiones, y en la que la mitad de los clubes del grupo han optado ya por cambiar de entrenador (el Salamanca lo ha hecho por dos veces).

La falta de paciencia podría salpicar como daño colateral al equipo coruñés, afectado por las escasas referencias disponibles sobre los modelos de sus adversarios. Sin embargo, para calibrar al más inmediato cuenta con una doble ventaja. El duelo que Pontevedra y Guijuelo disputaron entre semana tras haber sido aplazado en su día por el temporal, y la relación de Rubén de la Barrera con la entidad chacinera y su nuevo míster. «Tenemos la referencia del partido de Pasarón y hablamos de un club en el que he estado en dos etapas, conozco a la inmensa mayoría de los futbolistas y tuve al entrenador como jugador. Es un amigo y le deseo lo mejor a excepción del partido del domingo. Sé cómo piensa y qué pretende, pero llega en un momento diferente y optará por hacer cosas distintas que si dispusiese de una pretemporada», reflexionaba el técnico del Dépor en sala de prensa.

Chuchi Jorqués, quien ahora dirige al próximo adversario, no pensaba añadir dificultades a la tarea del cuerpo técnico blanquiazul y ayer admitía que no alterará la fórmula con la que el miércoles obtuvo un empate sin goles: «No debo decirlo, pero vamos a jugar con el mismo sistema porque el equipo tiene que crecer defensivamente. En la primera parte contra el Pontevedra nos generaron muchas ocasiones, pero también salimos nerviosos, con nuevo entrenador y eso. Me gusta el fútbol ofensivo, pero ahora necesitamos ocupar los espacios y que estemos seguros. El otro día lo conseguimos tras unos minutos. Soy un amante del 4-3-3 y del fútbol ofensivo, pero ahora tenemos que hacer esto». Una explicación que coincide con el pronóstico efectuado por De la Barrera: «Espero un rival cerrado, que no concederá espacios».

No pasar del rap al rock

El entrenador coruñés volvió a manifestar su confianza en la reacción: «Me siento muy cerca de ganar. Muy, muy cerca de ser mucho mejor que un rival. Y lo digo ahora, cuando absolutamente nada me da la razón si vamos a los resultados o al número de goles». Y esa fe le lleva a descartar un cambio radical: «No voy a pegar ningún bandazo. El estilo lo que hay que hacer es mejorarlo, que evolucione. No es cuestión de pasar del rap al rock».

A partir de ahí, Cristóbal Parralo y Luisito, preparadores mucho más vinculados al Deportivo y con una trayectoria y un modelo más fácil de rastrear. «Referencias siempre las va a haber, en base a tendencias de los últimos partidos o de lo que estos entrenadores han ido haciendo en su pasado. El condicionante fue mayor en Salamanca porque ahí sí nos tuvimos que preparar para distintas situaciones y no había referencia porque se había suspendido el partido contra el Compostela. Ahí fue cuestión de imaginar distintos escenarios». En esta ocasión habrá información suficiente para que la revolución del grupo 1A no se lleve por delante cualquier plan.