Nueva versión del viejo muro del Deportivo

TORRE DE MARATHÓN

Bergantiños trata de sacar el balón desde la defensa durante el partido ante el Marino de Luanco
Bergantiños trata de sacar el balón desde la defensa durante el partido ante el Marino de Luanco César Quian

Enlaza cuatro victorias sin encajar gol, un registro que no se daba desde el 2009 con Lotina, y encuentra en la solidez el remedio para partidos espesos

06 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Pontevedra, Celta B, Zamora y Marino de Luanco. De esto al Xerez, Villarreal, Tenerife y Sevilla media casi una blasfemia, pero ambos grupos de rivales, a dos categorías de distancia, acreditan la buena salud defensiva del Deportivo. Desde aquella racha a caballo entre septiembre y octubre del 2009 hasta la que de momento se extiende entre marzo y abril del 21, no ha habido otra en la que el conjunto blanquiazul hilara tantos triunfos mientras dejaba al rival a cero. La que se apuntó Miguel Ángel Lotina concedió a los coruñeses coquetear por última vez con la zona Champions, abandonada en la jornada 8 para no volver a frecuentarla en las once campañas que han llevado al Dépor hasta el grupo de aspirantes a estrenar la Primera Federación en agosto de este año. La que ha sellado Rubén de la Barrera no ha dado para más que esta tierra de nadie en el grupo 1, pero permitió apurar las opciones de pelear por el ascenso después de abandonar Ferrol sin balas para la faena.

El técnico predica un fútbol que genere adicción, sin importar rival ni escenario. De momento, ha podido exhibir ese producto durante más de una hora seguida en Barreiro y luego en casa frente al Zamora; únicos encuentros en los que hubo más de un gol de diferencia con el adversario esta temporada. Y en más de un año. El 14 de febrero del 2020 ante el Girona, cuando Figueroa Vázquez indultó a Stuani por San Valentín, el Deportivo perdió dos tantos de ventaja para no recuperarlos hasta que se vio visitando al filial celeste.

Forzado a moverse en distancias cortas, el equipo las exprimió en las siete citas con las que arrancó el curso. No encajó de la segunda a la sexta, aunque tres empates se colaron entre los cuatro triunfos. A partir de ahí, la caída desde la primera plaza y una resurrección a medias emprendida al salir de O Vao bordeando el grupo de descenso. En el resurgir se mezclaron los partidos que tomar como referencia para explicar hacia dónde apunta el modelo con otros que se quedaron en lo práctico. Estos últimos fueron todos en Riazor, frente al Guijuelo, el Pontevedra y el Marino. Los tres concluyeron con un solo gol en la cuenta, siempre a favor de los de casa.

protagonistas

En manos de Lucho García

El duelo crucial en la serie fue el primero de la actual racha de cuatro triunfos. Después de caer ante el Racing, el Dépor recibía al Pontevedra de Luisito, que llegaba séptimo a solo dos puntos. Con las plazas de fase de ascenso a distancia, el choque era clave para optar al menos a disputar el acceso a la Primera Federación y espantar la opción de un doble descenso. Marcó enseguida Keko y Lucho esperó al final para redondear la cuenta. No anotó el meta, pero evitó el empate en un remate picado de Adrian Cruz que se encontró la manopla del colombiano. Era el tercer partido desde el relevo bajo palos. El reemplazo de Abad lleva seis como titular y solo ha encajado en uno. Ahí empieza el muro.

Por delante, un dúo que solo se rompió en ese choque con los granates. Derik salió en el once donde acostumbraba Mujaid, pero el riojano recuperó la plaza en la segunda parte por lesión del compañero. El ex del Fabril mantiene la pinta de futbolista con más mercado en el plantel, principal candidato a traspaso antes de agotar contrato. Exhibe velocidad y precisión al corte y sigue en vías de pulir su déficit en el juego aéreo, la suerte en que destaca Granero. El zurdo es contundente y ayuda a mantener la tensión con mensajes constantes a los jugadores a su alcance. Su debe: iniciar jugada sin recurrir al balonazo diagonal que los oponentes tienen calado.

Le ha dado la vida la reaparición de Bergantiños, incrustado a veces entre centrales y otras a la altura del medio campo. El capitán se ha rehabilitado, como lo ha hecho Bóveda para sellar el carril por la derecha. En la izquierda, Héctor brilla más en campo ajeno penalizado por una propensión a las lesiones que también tiene Salva Ruiz, el otro aspirante a ese costado.

registros comparados

Quinto mejor de la categoría

Entre todos, con Valín como recurso extra, arman la última línea de contención del Deportivo, la que mejores números registra en todo el grupo 1 (diez goles en contra) y la quinta más sólida de la categoría, por detrás del Ibiza, el Calahorra, el Villanovense y el Badajoz. Coautora de una racha de precedente lejano que tiene a tiro una marca aún con mayor solera. A los cinco triunfos seguidos sin encajar se llegó en enero de 1993. Paraba Paco Liaño, entrenaba Arsenio Iglesias. Se peleaba el título de Liga.