Los olvidados de Rubén de la Barrera

TORRE DE MARATHÓN

Nacho González, durante un entrenamiento en Abegondo
Nacho González, durante un entrenamiento en Abegondo CESAR QUIAN

La racha del Deportivo en torno a un once casi fijo ha dejado sin sitio a varios jugadores

07 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Van a cumplirse tres meses desde que Nacho desapareció. Desde entonces, se le ha visto varias veces en Abegondo, entrenándose al ritmo de siempre, pero no ha vuelto a pisar el césped de Riazor durante un encuentro del Deportivo. Tampoco ha viajado con el conjunto blanquiazul salvo en la visita a Barreiro, donde como es ya costumbre, no salió a jugar. El futbolista uruguayo, de 27 años, había llegado en verano desde el Plaza Colonia para encarnar un papel clave en el equipo coruñés: enlazar el centro del campo con el frente de ataque y asumir además la ejecución de las acciones a balón parado. La pretemporada ya demostró que, pese a una capacidad de trabajo innegable, exhibida especialmente en la presión, Nacho González sufría en las labores de creación. Iniciado el curso, las prestaciones no mejoraron ni hubo aportaciones significativas en las jugadas de estrategia.

Sin embargo, no había en el plantel otro integrante con características idóneas para el puesto, así que Fernando Vázquez insistió en el charrúa, titular en seis de las ocho primeras jornadas de competición. Ya en Zamora, el técnico recurrió al fabrilista Mosquera para el papel, vetado Villares por edad.

Tras el relevo en el banquillo, Rubén de la Barrera dio unos minutos a Nacho en el Helmántico, pero a partir de ahí, con la incorporación de Raí y la decisión del club de ascender a Villares al primer equipo, dejó de contar con él. Es el gran perjudicado del mercado invernal y a él se han sumado varios compañeros de vestuario, especialmente tras la última reforma emprendida por el técnico a partir del choque frente al Pontevedra.

En la convocatoria para recibir a los granates no figuró el nombre de Celso Borges, aunque la ausencia del costarricense se debió a unos problemas musculares de los que no se recuperó plenamente hasta la semana pasada. Llegó a tiempo de cubrir la baja del sancionado Uche Agbo, pero el míster decidió apostar por Lara. El extremo era otro de los afectados por el cambio de sistema y las incorporaciones de enero, desterrado del once en las tres últimas citas de la primera fase. Otro jugador de banda como Galán apenas acumula tres titularidades con el actual entrenador; una tras la visita del Compos.

Sin embargo, las grandes víctimas del relevo en el banquillo en cuanto a participación, además de Nacho, son Beauvue y dos canteranos blanquiazules. El delantero fue titular en seis de los siete partidos de la primera vuelta en los que no se vio afectado por problemas físicos. En la segunda, pese a la salida de Rolan y Rui Costa, solo ha formado de inicio en un encuentro (el del 0-2 ante los de Yago Iglesias); en el resto no ha tenido más de diez minutos, convertido en recurso para agotar tiempo o dar descanso a un Miku indiscutible en punta. El venezolano tampoco tiene ya que preocuparse por la sombra de Adri Castro, desaparecido de las convocatorias desde la derrota en O Vao.

Allí también tuvo su última oportunidad entre los titulares Jorge Valín. El lateral había jugado todos los minutos en cuatro partidos entre la jornada 9 y la 13 (además de en Copa ante el Alavés), pero a partir de ahí perdió el sitio en favor de Bóveda y solo las molestias de Granero ante el Marino le permitieron volver a saltar al campo. Lo hizo poco antes del retorno de otro ex del filial como Yago Gandoy, quien solo había tenido 15 minutos de juego desde el Helmántico. En Salamanca se le perdió la pista, como a Nacho. «Ojalá que no se vuelva loco y no piense en el número de participaciones. Si pone el foco en lo importante, espero que este momento le valga para mucho», manifestó el domingo De la Barrera. En su caso, todavía hay esperanza.