Por todas partes, Eneko Bóveda

TORRE DE MARATHÓN

Eneko Bóveda y Rubén de la Barrera, durante un entrenamiento del Deportivo
Eneko Bóveda y Rubén de la Barrera, durante un entrenamiento del Deportivo CESAR QUIAN

El cambiante papel del lateral derecho ejemplifica la adaptación del Deportivo a cada partido

17 abr 2021 . Actualizado a las 12:50 h.

Rubén de la Barrera está encantado con el desempeño de los laterales del Dépor. Encantado, en definitiva, con su obra en los carriles. «Creo que con mi experiencia salen bastante, bastante, beneficiados; tienen protagonismo, son más imprevisibles y no resultan tan lineales», desgranó el técnico coruñés en sala de prensa. «Generan desequilibrio, dan continuidad...», prosiguió en su transitar por las virtudes que adornan a unos futbolistas acostumbrados a un papel de reparto. La comparecencia no dio para que el entrenador disipara con datos la presuntuosidad de sus palabras, pero para eso están muchas mañanas en Abegondo y multitud de producciones de hora y media rodadas en distintos campos de Segunda B; Riazor incluido.

«Para mí los laterales son fundamentales en este deporte y creo que determinan muchísimas cosas», sostiene el míster, y alimenta esta percepción dedicándoles sesiones de césped y pizarra. Casi siempre, integrados dentro de ese sistema de triángulos cuyos vértices móviles completan un interior y un extremo; aunque también por cuenta propia, con instrucciones exclusivas. La idea no es nueva y tiene apóstoles tan populares como Guardiola, pero la versión blanquiazul merece un repaso por su condición de muestra de la adaptación al adversario y el momento. Si el ensayo arrancó ya en la primera cita, con Valín en el Helmántico —el canterano pagó la novatada sufriendo como interior y mediocentro—, la propuesta empezó a perfeccionarse ante el Guijuelo. Con el ocupante de la banda izquierda más limitado en el repertorio (Héctor suele pegarse a la cal y recorrerla entera) es Eneko Bóveda quien mejor refleja, partido a partido, lo que ha sido el Dépor. Al futbolista vasco, que disfruta especialmente con el aprendizaje táctico, le viene al pelo la proclama del técnico: «Ser lateral aquí es una gozada».

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Igualar por adelantamiento

Al Deportivo le urgía romper la resistencia del Guijuelo, que se plantó con cinco atrás. De la Barrera optó por igualar desde arriba y mandó a sus extremos sobre los centrales más próximos. Los carrileros blanquiazules se emparejaron con los del adversario para tratar de recuperar cerca del área contraria. Con balón, para evitar la presión directa de los dos puntas sobre los centrales coruñeses, Eneko centró su puesto creando superioridad y permitiendo que el juego girara con ventajas hacia la izquierda (allí arrancó el tanto de Lara, con irrupción decisiva de Héctor)

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Cristóbal neutraliza el plan

En A Malata, el Deportivo repitió dibujo, aunque en esta ocasión Eneko apenas se arrimó a los centrales al iniciar jugada. Por el contrario, tanto él como Héctor partieron frecuentemente a medio camino entre el extremo y el lateral de los locales. Cristóbal respondió empleando a sus dos delanteros para ensuciar el arranque blanquiazul. Este par de puntas (David Rodríguez y Joselu) forzó además a los visitantes a estrechar su zaga, dejando más sueltos a los hombres de banda del Racing. Pumar centró solo desde la izquierda y Caballé remató sin oposición para hacer el 1-0 desde el costado opuesto.

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El reestreno de Bergantiños

Otro rival con doble punta y en esta ocasión tampoco fue el lateral diestro quien rompió la igualdad en la salida. Se encargó Bergantiños, recuperado. Con el capitán se produjo además un efecto dominó sin balón: liberó a Mujaid para que pudiera secar al extremo izquierdo y este a Eneko para que se emparejara con Zabaleta. El futbolista vasco quedó muy suelto, aprovechando además que el Pontevedra tardaba en bascular y se multiplicaron las superioridades en el costado, especialmente en el primer tiempo. El duelo arrancó con una llegada del propio Eneko al área para centrar sin oposición. En el siguiente tres contra dos en esa zona, marcó Keko.

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Uche como guardaespaldas

En la foto de Barreiro es Uche quien más veces aparece fuera de su ubicación de partida. El nigeriano cae repetidamente al costado, incluso a la altura de la zaga. Desde allí da el primer pase en la jugada del 0-3. Con él como guardaespaldas, Eneko gana metros —se aprecia bien en los envíos en largo de Lucho, que le busca repetidamente— mientras Keko transita hacia posiciones más centradas que en anteriores encuentros. En fase defensiva, la presión se adelanta muchos metros, dificultando los intentos celestes de jugar en corto. Mujaid vuelve a cerrar en banda (allí roba en el 0-1).

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Un pivote extra

Lo que no funcionó en el Helmántico dio mejor fruto frente al Zamora. En Salamanca se trató de una prueba que duró apenas unos minutos, pero en casa, en el último duelo de la primera fase, Eneko se colocó en numerosas ocasiones a la altura (en cuanto a profundidad y amplitud) de los pivotes. La réplica de un emplazamiento intensamente explotado por Guardiola, que ya insinuó Fernando Vázquez, y que ahora se ha convertido en habitual (también en Héctor y Salva) para el apoyo y las vigilancias cuando el cuero avanza por banda contraria. Movilla buscó la superioridad en el carril izquierdo, escorando a un punta y arrimando además a un central, pero la idea volvió al equipo vulnerable a la presión alta y de ella salió el robo de Keko en el primer tanto.

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Todo en hora y media

Pocos adversarios se acantonaron en Riazor del modo en que lo hizo el Marino. En esa cita no se aprecia en el Dépor un patrón concreto. Arranca a imagen del duelo con el Pontevedra, con Álex hundido y Eneko pegado a la cal. De ahí, hacia un modelo más similar al de Barreiro, con Villares haciendo de Uche. Y en un último giro, lo del Zamora: Eneko (y también Salva) arrimados al capitán en un embudo para establecer la máxima amplitud mucho más arriba.

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Excursiones infructuosas

Desde que abandonó su puesto en el eje de la zaga, Eneko no había menudeado tanto el carril central como en Ganzábal. A distintas alturas; de mediapunta, incluso. Con Keko bien abierto, el lateral se entendió además con Uche para reemplazarle si reculaba. Las excursiones abrieron espacios sin dar fruto. El Numancia, con sus extremos a pie cambiado y un lateral zurdo hiperactivo, bien valdrá para seguir gozando