Interesante triunfo del Deportivo ante el Pontevedra (3-2)

L. Balado

TORRE DE MARATHÓN

RCD

El equipo vence en su último test de pretemporada en un partido en el que Quiles, Menudo y De Camargo marcaron diferencias

21 ago 2021 . Actualizado a las 20:56 h.

Si existiese el VAR en Primera Federación y si mereciese la pena arrancar el cacharro durante los bolos de pretemporada, echaría humo tras este fin de semana. Después de recibir un gol de penalti 24 horas antes en O Carballiño ante el Arenteiro, en el minuto 4 Miguel Ferrol Muñiz, colegiado del choque amistoso en Ordes ante el Pontevedra, volvió a castigar a los coruñeses con los once metros. Así comenzó la andanza deportivista en un día soleado en Ordes. Una supuesta mano de Miku a la salida de un córner que le daba al conjunto de Pasarón la posibilidad de adelantarse en el marcador —que no electrónico— de Vistalegre. Oier, raso y pegado al palo derecho de Mackay, puso en ventaja a su equipo. Las pretemporadas son lo que son, pero el inicio volvía a poner difícil a la afición ilusionarse.

El once que presentó Borja Jiménez en Ordes apunta a parecerse bastante más al que estará de inicio en Liga ante el Celta B en Riazor que el que salió a jugar contra el Arenteiro. Con alguna posible variación en la línea defensiva —Mackay será indudablemente el meta titular—, Villares y Bergantiños formaron el doble pivote, con Camargo, Menudo y Quiles —de izquierda a derecha— desenvolviéndose en tareas ofensivas y surtiendo de balones a Miku.

Al Dépor le costó ponerse a carburar unos 20 minutos, pero una vez lo logró, fue efectivo. Y es una buena noticia para un conjunto que pecó durante el verano de buen toque y poco gol.

Avisó Diego Villares con una jugada a su cuenta y riesgo en el minuto 18, instantes antes de que el verdadero catalizador del peligro coruñés ante el Pontevedra diese muestras de que puede ser un jugador importante en el ataque coruñés. William de Camargo dio la vuelta al marcador en dos jugadas. Primero, en el minuto 20, con un chut cruzado y pegado al poste desde dentro del área tras una gran asistencia de Quiles que igualó el tanteo y que dedicó, dibujando un corazón con sus manos, a alguna cámara. Cinco minutos después, dio la asistencia del segundo. Recuperó Menudo la posesión en tres cuartos de campo e hizo correr al brasileño. Quizás, por norma general, le sobra algún regate al extremo, pero supo esperar el desmarque del propio Menudo que remató en el área pequeña en un regate poco vistoso pero práctico.

Con ese resultado se fue el equipo al descanso. Una victoria momentánea cocinada en dos chispazos —de esos que valen oro en categorías como esta— fabricados por los tres jugadores sobre los que se sustentarán buena parte de las opciones de ascenso. Y en los primeros 45 minutos dieron muestras de hablar el mismo idioma, lo cual es un motivo para la esperanza.

Una mano y un error

No hizo cambios Borja Jiménez tras el descanso y el Dépor salió enchufado de la caseta. Tuvo el tercero Miku tras un gran pase filtrado de Bergantiños antes de que el colegiado compensase a los coruñeses con otro penalti, esta vez a favor, por otra supuesta mano de David Soto. Lo convirtió el venezolano. Disparó fuerte y sin complicarse.

Del Pontevedra apenas había noticias en ataque. A la hora de partido tuvo algo medianamente parecido a una ocasión Brais Abelenda, pero que marró.

Fue el propio Dépor el que se encargó de poner algo de picante a los minutos finales. Jaime y Mackay se chocaron en la pelea por un balón aéreo regalando un balón dentro del área a Alberto Rubio. Ante la magnitud del regalo, el futbolista granate aprovechó para recortar distancias.

El cierre de la pretemporada del Dépor sirvió también para ver debutar con el primer equipo a Brais Val (campéon juvenil) y al fabrilista Davo. Fue una victoria la de Ordes sin demasiado lustre pero, aún cosas por pulir, con apuntes interesantes antes de empezar en serio.