Pequeña decepción del Deportivo en una jornada que parecía propicia

Paco Liaño

TORRE DE MARATHÓN

CÉSAR QUIAN

28 nov 2021 . Actualizado a las 20:00 h.

El partido contra el Bilbao Athletic supone una pequeña decepción porque interrumpe un poco la buena dinámica y lo hace en una jornada que parecía muy propicia para pegar un acelerón en la tabla.

El encuentro en sí no fue demasiado vistoso, especialmente en una primera parte en la que el Deportivo gozó de la posesión y supo controlar el juego, pero acusó la falta de profundidad. Prácticamente no hubo disparos a puerta en esos 45 minutos y el equipo no consiguió encontrar el ritmo propicio en el movimiento de balón para generar espacios.

Es cierto que a ello se le suman un par de acciones arbitrales negativas, especialmente en el que fue un claro penalti a Álex Bergantiños y que habría permitido a los de Borja Jiménez ponerse por delante, cambiando mucho el escenario del encuentro, Aún así, esto no es suficiente disculpa para una discreta actuación a la que tampoco hay que sacar más punta.

Al técnico se le puede achacar que tardó demasiado en mover el banquillo en busca de mayor profundidad. Más, teniendo en cuenta que el adversario estaba bien controlado. El Bilbao Athletic es ahora mismo un conjunto bastante flojo que salió de Riazor con el empate que fue a buscar.

En el terreno individual, la novedad estuvo en la aparición de Menudo entre los titulares. Mientras permaneció en el campo, él se encargó de ejecutar todas las acciones de estrategia, que fueron muchas, aunque el Dépor no logró provocar ocasiones claras a través de ellas. Colaboró a la hora de tener balón, pero si se compara su impacto con la profundidad que te da William en partidos cerrados, con su chispa y desborde... Quizá Menudo no salga reforzado después de lo visto.

Fue llamativa nuevamente la aportación de los laterales, propia de este Dépor al que siempre le corresponde la iniciativa. Sus incorporaciones están bien compensadas por quienes quedan atrás y se volvió a ver mucho a Álex, con excesivo protagonismo en el inicio de jugada. Quizá en esta ocasión no habría sido tan necesario, frente a un adversario extremadamente replegado.

Tras el 0-1 se vio al menos a un Deportivo capaz de agitar el encuentro y de encontrar el gol que rebajara un poco el nivel de decepción.