El mejor premio que ha dejado el partido para el Dépor ha sido volver a la senda de los tres puntos. Es muy importante seguir en la clasificación por encima del Racing de Santander. Este aún tiene que jugar su partido aplazado y es importante seguir por delante, porque cambia la situación mental de los dos vestuarios. El Deportivo no empezó bien. Estuvo 25 minutos siendo inferior al Calahorra. Jugando en casa y contra un equipo de mitad de tabla, disparó por primera vez a puerta en los minutos 33 y 35. En cambio, sufrió varias aproximaciones que podían haber puesto al rival por delante.
A partir de ahí, con el cambio de Soriano a la mediapunta, el Dépor equilibró el primer tiempo. En el segundo presionó mejor. La entrada de William le dio al equipo el factor de la jugada individual y más profundidad. Llegó el gol en una jugada de estrategia bien culminada por Lapeña, y marcó el segundo en una acción donde se juntaron el regalo del portero y la picardía de Quiles.
No inquietó demasiado el Calahorra con el 2-0, pero de la nada sacó un gol. Fue una jugada en la que los coruñeses tardaron en presionar al que centraba y, además, le robaron la cartera a Aguirre. Y así el rival se metió en el partido e hizo sufrir a Riazor hasta el final.
Lo más importante del partido fue la victoria, reencontrar el camino de los tres puntos. Además, hay que destacar a Quiles, que ya lleva 10 tantos y es el goleador del equipo, aunque sigue sin ser titular indiscutible. Donde mejor ha rendido es arrancando desde la banda, y no como referencia arriba.
La tarjeta de Menudo
A Menudo lo condenó la tarjeta que tenía. Además, se jugó la segunda en una acción que el árbitro no vio. Lo cierto es que seguimos esperando su mejor rendimiento. Su labor en el partido no era fácil, porque tenía que tapar la salida del lateral derecho, y eso impedía tanto a él como a Soriano que Bergantiños o Villares combinasen con ellos en el medio. Lo cierto es que no tuvo trascendencia en el fútbol del equipo. En el descanso tuvo que ser el sacrificado, pero no fue un factor fundamental para que el Dépor no estuviese bien en el primer tiempo. La culpa de esa inferioridad fue del sistema. Al Deportivo le cuesta encontrar a Quiles y Miku si no tiene en el centro del campo gente con más protagonismo. Y eso solo lo aporta el añorado Juergen.