Se sumó al proyecto del Dépor con la idea de jugar en Segunda el próximo curso y ya manda en una zaga que busca hilar en Talavera su tercer partido sin encajar
18 feb 2023 . Actualizado a las 22:45 h.Pablo Martínez llegó al Deportivo con un plan: dar el salto al fútbol profesional en España, quince años después. Se había vuelto a Francia tras un paso fugaz y de escaso impacto por el Mallorca B —«Demostró dedicación y respeto, aunque casi no jugó», recordaba su entrenador de entonces, Joan Truyols— y en su país prorrogó la racha de ascensos que había iniciado en aquel filial bermellón. Lleva siete, y el octavo haría coincidir sus pretensiones con las del club coruñés.
Llegó al conjunto blanquiazul en verano, avalado por una larga trayectoria y los treinta partidos disputados en el Nimes el curso pasado, demostrando haber dejado atrás su última lesión. Era ya capitán del equipo en el que se formó, asentado ahora en la Ligue 2 gala. Faltaba comprobar la factura de sus 32 años (ya 33) y su capacidad para adaptarse a un campeonato distinto y a la defensa a campo abierto que Borja Jiménez pretendía mantener.
Le costó entrar en los planes del técnico abulense, aunque su sucesor aclaraba el viernes que aquello tuvo poco que ver con los gustos del míser y más con el estado del jugador. «Quizá en las primeras jornadas yo tampoco lo habría alineado, porque no estaba bien —admitió Óscar Cano—. Y entonces hablaríamos de cómo un futbolista de esa categoría no jugaba».
El debut no se produjo hasta pasados cuatro encuentros. El central de Martigues cierra el círculo: saldrá de inicio frente al rival de su estreno en Riazor. Entre las dos citas con el Talavera, un periplo irregular que se extendió durante algunos encuentros tras el relevo en el banquillo. «En nuestros primeros partidos también tuvo esos pequeños errores, como le pasó contra el Castilla. Yo lo hablaba con él. Hay que tener en cuenta que hablamos de seres humanos y que se necesita una adaptación», compartía Cano.
«Ahora ha emergido el gran Pablo —celebraba el entrenador andaluz—. Estamos viendo a un futbolista de un rendimiento altísimo». Un jugador que además ha entrado por el ojo de una grada exigente, desplazando por turnos a alguno de los dos integrantes de ese dúo irrompible durante la campaña anterior. Ya solo queda la duda de si será Jaime Sánchez o Adrián Lapeña quien complete en cada choque el eje de la zaga blanquiazul.
Salvo que Pepe Sánchez dé la sorpresa, le toca al defensa riojano ser titular en El Prado (12 horas, InSportsTV). La principal alternativa será baja por lesión. Sin Jaime ni Raúl Carnero en la lista —el carrilero sufre un proceso febril—, el Deportivo intentará encadenar su tercer encuentro sin encajar. Algo que no ha sucedido en toda la temporada y que permitiría sostener con más números las cifras de las que presume Cano, pese a su proclamada aversión al dato: «Somos el equipo del grupo que más expectativa de gol tiene y el que menos concede. Habrá que poner en valor las cosas que hacemos bien».
Además del retoque forzado atrás, el técnico tendrá que reemplazar a Max Svensson en punta, aunque lo más probable, a juzgar por los ensayos, es que la baja del ariete sea subsanada a la altura de la medular. Allí podría volver el trivote, aprovechando el regreso de Rubén Díez tras su sanción. Diego Villares, relegado al banquillo ante el Sanse, también retornaría al once. Varios movimientos en un grupo en el que hay al menos seis indiscutibles: Mackay, Antoñito, Olabe, Quiles y Lucas. Y Pablo, claro. Fichado con la vista puesta en tener tarea avanzada para el retorno al fútbol profesional.
Alineaciones probables
Talavera: Biel Ribas; Parra, Dani Ramos, Morante, Brau; Reguera, Sangare, Rementeria; Álvaro Juan, Buenacasa, Escudero
Deportivo: Mackay; Antoñito, Lapeña, Pablo Martínez, Lebedenko; Rubén Díez, Olabe, Villares; Quiles, Lucas, Soriano