El Deportivo Liceo aspira a otra fase final europea once años después de la última disputada

TORRE DE MARATHÓN

El equipo que prepara Juan Copa se juega contra el Oliveirense el próximo jueves clasificarse para la última ronda de la Champions, algo que no consigue desde que la ganó en el 2012

09 abr 2023 . Actualizado a las 20:23 h.

Cuando el 27 de mayo del 2012 Jordi Bargalló levantaba la segunda Copa de Europa lograda de forma consecutiva, solo un jugador del actual plantel verdiblanco sabía lo que era fajarse en un partido de la OK Liga. Álex Rodríguez era, con 18 años, el único que había debutado, con el Voltregá. De hecho, por edad, solo él podía votar.

Aquel 4-2 infligido al Barcelona, previo a la conquista de la Liga (un año después), no estuvo ni de lejos cerca de ser repetido. Principalmente, porque aquella temporada 2011-2012 fue la última que el Liceo logró el pase a una fase final. En el resto de ocasiones se quedó o en los cuartos (aquellas que disputaron ocho equipos) o en semifinales, en las que participaban los cuatro mejores.

Once años han pasado desde aquel hito, que un adolescente César Carballeira seguía desde la distancia, camino de proclamarse campeón de Europa, pero de selecciones júnior, con otros dos coruñeses como compañeros de aventura: Ignacio Alabart y Adrián Candamio. Con un año más, Dava Torres todavía no había logrado ascender con el Cerceda a la máxima categoría del hockey rodado nacional y el resto de compañeros apenas disfrutaban de la adolescencia o preadolescencia en las categorías inferiores de sus clubes de origen.

La mayoría siguen en activo

Por su parte, de los campeones solo ha colgado los patines Josep Lamas, quien tras la marcha de su padre de la presidencia del club, cumplió como asistente de Copa el año que le quedaba de contrato y desapareció.

Los dos acontecimientos más parecidos que vivió la escuadra verdiblanca desde aquel mayo del 2012 fueron el experimento de Luso en el 2021, que consistió en una fase previa en formato de liguilla de cuatro grupos de tres cada uno, en la que no logró pasar; y la Golden Cup de A Coruña del año pasado, que fue un torneo amistoso en el que participaron los mejores de Europa, pero que no pasó de ser un amistoso con el que el Liceo celebró sus cincuenta años de existencia.

Único trofeo que se resiste

El jueves (21 horas), el combinado que prepara Juan Copa tiene ante sí otro hecho histórico. El conjunto entrenado por el técnico nacido en O Incio, pero afincado en A Coruña, tiene ante sí el único reto que le queda a su prestigioso preparador, que en apenas cinco temporadas ya acumula una Liga, una Copa y dos Supercopas en su palmarés. Esto como hitos más recientes, sin retrotraerse a la clasificación lograda en su día con el Cerceda para la CERS o sus éxitos como jugador.

Este próximo jueves, el Liceo tiene un reto: volver a una fase final europea. Para ello, solo le vale ganar al Oliveirense, con el que cayó derrotado por 5-1 en el partido de la primera vuelta. Precisamente, en esa goleada ha estado hasta el momento la diferencia entre ambos conjuntos. Porque desde aquel encuentro inaugural del grupo A de la Champions, el Liceo ha sido mejor que su próximo rival, ya que no ha perdido ningún partido (suma tres empates, dos frente al Benfica y uno contra el Calafell, y un triunfo contra el conjunto catalán). Ahora, un punto de ventaja para los lusos separa a ambos en la clasificación, por lo que el Liceo precisa ganar.

Pero en la memoria está aquella fase final de Lodi que, además de ser la última disputada por los gallegos, acabó con el histórico título. Once años después, las huestes de Juan Copa tratarán de volver a soñar. Para ello, primero deben imponerse al Oliveirense en un partido en el que los gallegos están ansiosos por jugar con uno más: «Si llenamos el Palacio, el triunfo no se nos puede escapar», arengan a la afición.

Enésima reestructuración, y apuesta por la cantera

La cita del próximo jueves cobra una importancia especial ante lo que se observa en el Liceo que puede ser la enésima reestructuración que tenga que vivir el club. Después de que este año hayan quedado solo dos jugadores, todo hacía intuir que podría haber un trabajo con esta base y aspirar a todo en uno o dos años. Pero la realidad dicta que la próxima campaña habrá tres nuevas bajas. Y no de cualquier nivel.

Bruno di Benedetto, al igual que sucedió en temporadas anteriores con sus hermanos, se ha visto tentado por las decenas de miles de euros que le ofrece el hockey portugués. De esta manera, hará, de nuevo, las maletas para dar por finalizada su segunda etapa en el Liceo e iniciar una nueva en el Oliveirense, precisamente, el rival del jueves.

Quien tampoco estará la temporada que viene será Álex Rodríguez. A pesar de su juventud, pues solo tiene 29 años, ha decidido regresar a casa y empezar una nueva vida en San Hipólito de Voltregá rodeado de los suyos.

La tercera baja será el cedido Pol Manrubia, que salvo sorpresa, todo hace indicar que regresará al Benfica. En cuanto a las incorporaciones, este verano llegará Thiago Rodrigues, portero suplente del Oporto, para pelearle el puesto a Serra.

Así, el Liceo del futuro tratará de sostener sus pilares en los de la casa. Mientras, Carballeira y Dava Torres lideran la primera plantilla, hay dos nombres del Dominicos en la mente de todos: Bruno Saavedra y Jacobo Copa. Por sus sticks pasa la transición. Igual que Tombita ha gozado de minutos este año sin aún cumplir los 19, en los próximos será el turno del santiagués y del coruñés. Hay cantera y de diamantes.