Sensación de impotencia

Carlos Brizzola

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

06 may 2023 . Actualizado a las 20:19 h.

La principal sensación que me ha dejado el partido del Deportivo en esta ocasión ha sido de impotencia. Parece que el equipo no da para más.

El choque contra el Alcorcón tuvo dos partes muy diferenciadas. En la primera, al equipo le costó meterse en acción, entrar en escena acorde con la importancia de la cita, muy trascendental. A tenor de los errores en los pases y otros aspectos del juego, durante treinta minutos parecía que le costaba ponerse al nivel del Alcorcón, que incluso daba la sensación de estar perdonando, y que el partido no tenía la trascendencia que realmente poseía, lo cual era una mala señal, que después se confirmó.

La jugada de Villares en la que no encuentra rematador da para pensar que si todo lo que propones es profundidad de los laterales para conseguir el pase de la muerte, ese último balón franco enviado al área pequeña, y cuando lo tienes, no concretas.... corres el riesgo de que el futbolista deje de creer en esa propuesta.

Con este escenario, el entrenador tuvo que adaptar cambios en el descanso para mejorar un primer tiempo en el que el Deportivo parecía inferior al Alcorcón. Y lo logró, ya que el equipo salió con una presión más adelantada, con Isi Gómez más arriba. El Deportivo se fortaleció en campo más en campo rival y, poco a poco, inclinó el dominio en campo contrario (que no es lo mismo que mantener la posesión en campo propio, donde el efecto es mucho menos notable), no dando opción a que transitase el Alcorcón, sometiendo al rival y acumulando disparos como los de Lucas y Soriano, o jugadas como la de Svensson (que tras el regate acabó rematando alto, fuera y mal).

La última jugada que vivimos es un reflejo del partido de Riazor. Lucas avanza y prefiere disparar muy escorado, a pesar de que Villares se encontraba solo en una buena posición de cara al gol. Y ahí se esfumó el Deportivo. Con cuatro intentos de gol, dos de ellos en el segundo tiempo, y sin concretar demasiado.

Con este resultado y estas sensaciones, se difuminan las opciones de conseguir la plaza de ascenso directo, de modo que, a partir de este momento, el Deportivo tendrá que centrarse en intentar quedar lo más arriba posible, con vistas a una fase de ascenso a Segunda División en la que no es lo mismo ser segundo que cuarto.