El entrenador blanquiazul se mostró impotente y superado tras la bochornosa derrota en Linarejos
15 may 2023 . Actualizado a las 00:00 h.Enfadado. Contrariado. Molesto. Dolido. Desesperado. Y, sobre todo, impotente. Así se mostró Óscar Cano tras la debacle del Deportivo en Linares. El técnico asume que el equipo hizo unos 30 minutos desastrosos en la segunda parte que le costaron la victoria y se muestra incapaz de saber qué hacer para frenar la sangría que supone cada partido a domicilio. No obstante, no arroja la toalla. Dice que, a partir de ahora, su misión es «tratar de levantar este vestuario, hacer dos buenos partidos y llegar al play-off de la mejor manera posible». De hecho, a pesar de la derrota, entiende que el ascenso directo no se dejó escapar en Linares sino la pasada semana en A Coruña. «Hoy perdimos, pero todos sabíamos que las opciones de subir directamente las dejamos la semana pasada, porque hay dos rivales a los que les quedan dos partidos en casa y tenían que pinchar los dos para nosotros poder lograr el primer puesto. No obstante, hoy queríamos ganar para buscar la tercera plaza, que también es importante de cara a los cruces».
«Me voy muy contrariado, porque uno ya no sabe qué hacer como visitante. Mira que en diferentes partidos hemos hecho cambios, antes y durante. Pero el resultado siempre es el mismo. No sé el porqué, pero no damos la talla» reconoce el entrenador blanquiazul.
Sobre el partido de este domingo, explica que fue a por él desde el inicio, buscando un arriesgado intercambio de golpes que le salió, por momentos, bien.
«Desde la alineación inicial se vio que los dos equipos íbamos a por el partido, metiendo mucha gente arriba. Cuando pones muchos jugadores con la portería entre las cejas pasa lo que pasa, que se convierte en un intercambio de golpes. Ellos tuvieron quince minutos en los que nos salvó Mackay. Pero dispusimos de la primera y la metimos, luego más adelante otra, y también entró. E, incluso, en los últimos instantes del primer tiempo contamos con varias ocasiones para irnos 3 o 4 a 0, pero no acertamos», subraya el técnico.
A pesar de ello, Cano sostiene que, en el descanso, advirtió a sus hombres de la importancia de no confiarse: «Conozco el ambiente de aquí. Les dije que tuvieran cuidado. Que podían meternos uno y que, si eso sucedía, se iban a venir muy arriba. Dicho y hecho. Pues metieron el primero, luego el segundo y el tercero. El público achuchó mucho, como esperaba, y así nos fue. Al menos, dentro de lo malo, acabamos arriba, no rindiéndonos y teniendo nuestras opciones».
Sobre el polémico cambio del minuto 86, en el que después de meses de ostracismo dio una oportunidad a Trilli lo justificó: «Los dos laterales estaban cansados y no habían abierto como esperábamos el campo. Así que hice ese doble cambio, para poner otros que lo hicieran y tuviéramos entrada por ahí. Lo intentamos, pero no pudo ser».
No piensa en su continuidad
Cuestionado sobre su continuidad en el cargo, respondió que habló con los dos integrantes de la secretaría técnica (Carlos Rosende y Juan Jiménez), pero que no le dijeron nada sobre una posible despedida: «Estábamos todos muy enfadados. No me han dicho nada en un sentido o en otro. Esas preguntas no son para mí. Hay que asumir las cosas como vienen. Hemos luchado hasta el final por ser primeros, algo que el año pasado no ocurrió. Y este equipo puede ascender en el play-off también. Como cualquiera. Yo solo pienso en levantar el vestuario, hacer dos buenos partidos y llegar lo mejor posible al play-off», insistió.
