Germán Parreño es un portero top de Primera Federación. El año que coincidimos en el Ibiza, en el que hicimos play off, el año de la pandemia, había también otro portero, como Lucas Anacker, que yo alternaba, porque lo merecían los dos. Pero Germán tiene más argumentos. Es un guardameta de buena estatura, pero al mismo tiempo es rápido. Además, es valiente a la hora de tomar decisiones y salir de debajo de palos. Ha estado muchos años en Segunda B, pero también ha jugado en Segunda. Es muy estable desde el punto de vista emocional, y muy serio. En la portería siempre da sensación de seguridad y estabilidad. Es muy importante tener ese carácter en esta posición, porque lo que pasa ahí se transmite a todos los rincones del campo. En estos cuatro años en la isla es el que más ha jugado de los que empezaron aquel año conmigo.
Tiene un juego con los pies aseado. Él ayuda con el pie, porque un portero tiene que echar un cable en esta faceta, pero no para ser protagonista en los momentos trascendentes, sino con el único fin de dar retorno al central en situaciones de salida desde atrás. Además, cuenta con voz de mando en la portería. Se hace notar y la línea defensiva lo escucha. En el vestuario es un chico al que todos respetan y es muy trabajador. Creo que en el carácter gallego encaja bien. Es respetuoso, educado y muy currante. Es más bien introvertido y poco bromista. Demuestra estabilidad en su comportamiento.
Con Mackay va a competir de tú a tú por el puesto. Para mí el Deportivo va a tener dos porteros titulares, pero es que un equipo así necesita a dos primeros espadas en una posición como esta, en que una lesión o una gripe te puede hacer perder a lo largo de la temporada puntos clave para el objetivo. Es un puesto en el que no te puedes quedar con un nivel inferior.
Pablo Alfaro fue entrenador de Germán Parreño en el Ibiza en la temporada 2019-2020