Todo comienza con el planteamiento de partido. Repitieron los jugadores de mediocampo hacia delante, con la única novedad de Jaime en el pivote ante la baja de José Ángel. La decisión llegó quizá por el juego directo del Tarazona y, desde ese punto de vista, era una ayuda. Pero para este tipo de campos y de rival, además del juego directo, está la segunda jugada, y que el adversario es el 17.º de la clasificación y este era el segundo partido que jugaba en su nuevo campo. El caso es que salió un partido de área a área y poco control, en el que el Deportivo hizo un solo tiro a puerta entre los tres palos en un primer tiempo patético. Eso sí, nada que decir a la labor de Jaime, cuyo rendimiento estuvo por encima de los que tenía alrededor, pero tuvo más preponderancia con el balón que a la hora de defender.
Sorprendentemente, al descanso no hubo cambio alguno. El Deportivo salió con más chispa para reactivarse desde las incursiones de Lucas y Davo. Parecía que iba a llegar el gol. Pero este solo asomó en un error del portero cuando no quedaba tiempo. Y el empate llegó en un centro que superó a Pablo Martínez, mientras a Balenziaga le robaban la cartera.
Un punto con el decimoséptimo no llega para asentar la ansiada remontada e irse acercando a las posiciones de play off. Este Deportivo tiene que ofrecer mucho más. En el segundo tiempo, y visto el rendimiento del primero, le sobraba uno de los mediocentros. En cambio, acabó con los tres. ¿Se ha quedado corto de atacantes para buscar el 0-1 antes del minuto 87? Los resultados marcan tendencia en un equipo superior durante 20 minutos, pero que otra vez desperdició los primeros 45.