Se cumplían dos semanas de enero y el futuro del club era de todo menos ilusionante, era un equipo triste, tocado pero no hundido, cualquier crónica o artículo de opinión se leía acompañado de un sutil hilo musical, y lo que sonaba era un oscuro réquiem. Idiakez cuestionado y casi fuera del club, Soriano criticado y sin poder ofrecer una solución en forma de fichaje y los jugadores sin confianza, sin energía, el rumbo del equipo iba directo a la deriva.
Todo cambió tras el partido contra la Ponferradina, no sé si ver una cara tan mala del equipo del Bierzo hizo creer al Dépor, equipo y afición sacamos una conclusión; si estos son los primeros, podemos ganar la competición. Tres victorias seguidas del equipo le dejan a cinco puntos del líder con el golaveraje a favor, es decir, sin desmerecer a los rivales y solo siendo objetivo con el nivel de la liga, el equipo depende de sí mismo.
Este domingo en Riazor volvimos a vivir un partido donde el equipo convenció, goleó y compitió. Jugar con diez futbolistas mas de una hora por un calentón condenó a los que estaban en el campo. Hay mucha polémica sobre si era expulsión o no lo era, sobre el calentón posterior del director general o CEO del club, Massimo Benassi, y sobre las actuaciones arbitrales que se sufren en Riazor. No nos distraigamos, el fútbol son dinámicas, positivas y negativas, si esta racha del equipo se ve interrumpida, que sea porque el rival es superior en el terreno de juego y no por malgastar energía en lo que no merece la pena.
En cuanto a los chicos de Abegondo. Poco más que añadir, el míster dio entrada a Barcia, Rubén y Iano para que se sumasen a la fiesta, inteligente movimiento del entrenador, que hizo que la grada conectase con los canteranos en el mejor momento de la temporada en la relación Imanol-deportivismo.
Por último, el cóctel preferido en Riazor se sirve con piña, siempre me gustaron los equipos que se identifican con una idea, palabra o figura. Aquel pandateam de Borja Iglesias, o la fabrilia que viví allá por el 2018. El ser humano es el único animal que tiene la capacidad de crear ideas y asociarse para protegerlas y creer en ellas, algo tan insignificante como una piña puede ser el motivo por el cual una plantilla reme en la misma dirección y así conseguir los objetivos.