![Simão y Barcia, en un entrenamiento del Deportivo](https://img.lavdg.com/sc/LQzpPeZJPYemG6L3F2t96bKPt40=/480x/2024/02/15/00121708025101749899113/Foto/H_20240214_130014000.jpg)
En la mejoría del Deportivo tiene mucho que ver, más allá del sistema, la rapidez con que ahora transita en el campo. El perfil diferente lo están marcando tres jugadores de mucha verticalidad: Yeremay, Mella y Lucas. Este siempre ha tenido velocidad. Es el mejor jugador de la categoría y, si realza estas condiciones, es muy difícil de parar aquí y en Primera División.
Hay veces que son los jugadores quienes te cambian el paso, y esta vez ha sido así. La recuperación de Yeremay y la continuidad de Mella se han unido a que ese afán de Villares, que era el que cambiaba el ritmo siempre de este equipo, se ha visto reforzado. Recuerdo su gol, perdiendo por 1-0 en Barcelona, gracias a esa presión adelantada que hace, pero ahora las transiciones son mucho más rápidas. Es el perfil de los futbolistas lo que ha marcado el camino del entrenador.
Idiakez ha sabido indudablemente hacer una gestión muy buena del momento. Los entrenadores nos llenamos la boca con que son los jugadores los que marcan todo en el fútbol, pero nos la creemos con matices. Aquí, a partir de una gran plantilla que no hallaba el camino, se ha encontrado un traje que sienta mucho mejor que el anterior.
Desde mi punto de vista de excanterano, cuando los chavales lo hacen bien nos acordamos de ellos, pero esto debe formar parte de la metodología del club. Está claro que dan rendimiento, y muy alto. Pero solo hay una forma de verlo: poniéndolos en el campo. Y eso es más fácil con Mella y Yeremay, porque en esas posiciones no hay jugadores que rindan así. En cambio, Barcia debe esperar. Su mérito es que cuando sale no se nota el cambio. Eso también es medir a la cantera.
El jugador de la casa no está para ser Messi en todos los partidos. Una verdadera cultura de base incluye titulares indiscutibles y gente con minutos,... Eso es formación. No se puede valorar a los chicos desde una única perspectiva. No se me ocurre mejor momento para implantar una metodología para la cantera que la Primera Federación. Pero esto no se decide de un día para todo. Aplicar esta forma de actuar supone que haya siempre un porcentaje inflexible y un determinado número de canteranos en el primer equipo. Eso lo decide el club. Y es tan válido contar con ellos como no hacerlo en absoluto. Un proyecto de cantera funciona así y tiene que estar grabado a fuego en la mente de todos, no solo cuando el viento sopla a favor. Es una metodología valiente y hay que saberla aguantar.