Lleva tres meses exactos sin jugar ni un minuto con el Dépor y sabía que no iba a entrar en la convocatoria ante el Nástic, pero pidió viajar con el grupo a Tarragona
10 mar 2024 . Actualizado a las 13:04 h.Con todo el plantel disponible por primera vez desde que cerró el mercado invernal, Imanol Idiakez desechó citar a Pablo Valcarce y entregó una lista de convocados que superaba en uno el tope de 23. El último descarte tendría que producirse ya en Tarragona, después de un largo viaje en avión y autobús y una sesión extra de entrenamiento en Salou antes del duelo matinal. Eligió el míster prescindir de Berto Cayarga, el otro futbolista de banda cuya salida se barajó en enero. Ninguna sorpresa para el asturiano, consciente de las elevadas opciones de perderse una cita a la que, pese a todo, insistió en acudir.
Destapaba el deseo su amigo Hugo Rama, en la entrevista del jueves con La Voz. Valoraba así la ejemplar actitud de Cayarga, indiferente a su escasa participación: «Ese caso es una pena, de verdad. Que yo entiendo al aficionado del Dépor que lleva cinco años comiendo mierda, ya hablando mal, y que ve que al jugador no le salen las cosas y lo quiere matar, pero ojalá supieran más de Berto. Que supieran que el otro día, hablando con Lucas, nos dijo que él quería venir con nosotros a Tarragona aunque no entrara en la convocatoria. Es así, sin jugar ni un minuto. Quién, si en su trabajo le dan un fin de semana libre, se mete esa paliza para ver a sus compañeros trabajar. Hablamos de alguien que es un diez en todo, como futbolista, aunque aún no lo haya podido demostrar aquí, y como persona. Y como compañero, es un veinte. Si esa es la actitud de alguien que no juega nada, cuál tiene que ser la mía. ¿De qué me voy a quejar yo?».
Compromiso ensalzado por el míster, quien sin embargo no considera que la entrega y las condiciones percibidas en el avilesino —«Nos da muchísimo trabajo y sin la pelota aporta más solvencia que los demás», resaltaba Idiakez hace un par de semanas— le basten para actuar con regularidad. Desde el 10 de diciembre, cuando saltó al campo en el 85 ante el Sestao, no ha vuelto a jugar. Dos meses antes, en Riazor frente al Celta Fortuna, había tenido la última ocasión de ser titular.
Es el futbolista blanquiazul menos empleado de entre quienes arrancaron el curso —227 minutos; el fabrilista Martín Ochoa acumula cincuenta más—, pese a que su historial de lesiones solo registra un percance menor en la musculatura isquiotibial. Datos que harían bajar los brazos a varios compañeros de profesión. A Berto Cayarga le hicieron apuntarse a un viaje a Tarragona, para sentarse en la grada a animar.