En Cornellá vimos un buen Deportivo en un partido difícil de jugar, porque fue el primero de los favoritos al ascenso en adelantar la jornada. Además, jugó en un campo en que el rival apenas había perdido y no está tan acuciado por el descenso como pudiera parecer, por lo que se amarra a la posibilidad de sumar de uno en uno. El Dépor no pasó apuros hasta que marcó. Ahí surgió la buena atención de Germán Parreño en la portería, pero con el 0-1 el partido estuvo siempre comprometido y, con el paso del segundo tiempo y los fallos en las ocasiones blanquiazules, la sensación de partido abierto no disminuyó. El equipo coruñés acabó pidiendo la hora, que hacía mucho que no la pedía, pero hay que coger la costumbre, porque en este final de Liga no va a ser la última vez. El triunfo vino por la fortaleza defensiva y el trabajo en equipo. Hay que pedir más concentración en ataque.
Es muy difícil ganar dos partidos seguidos fuera, aunque sea por simple estadística. Se sufrió en ambos, pero se ganaron. El Deportivo está en dinámica de líder y campeón. Si no hay bajón generalizado, es probable que siga así, incluido hasta ese partido de la antepenúltima jornada contra el Barcelona B, cuando veremos qué estará en juego. De las ocho jornadas que le quedan, cinco serán en casa, un dato no menor cuando la competición encara su recta final.
En el cómputo de estos dos últimos encuentros hay que destacar la aportación de Hugo Rama. En sus declaraciones posteriores al último partido, el jugador dio las gracias al míster, que le había recomendado pisar más el área. Eso mismo lo vengo diciendo yo desde el principio, que la segunda línea debe pisar más el área, y más con las características de este futbolista.
Jugar de mediapunta no es solo dar el último pase. Se hace fundamental llegar. Cuando Lucas Pérez juega ahí es diferente, porque es un segundo delantero que viene a recibir y, además, es el máximo goleador del equipo. Hugo tiene que pisar más el área rival. El Deportivo es protagonista en las bandas, pero desde ahí se vuelve muy difícil vencer. Quienes ganan los partidos son los del medio. Barbero necesita compañía y Rama ha sabido entenderlo.