Barbero ensaya para el gol final

TORRE DE MARATHÓN

Barbero controla el balón antes de hacer el primero de sus dos goles en Pinilla
Barbero controla el balón antes de hacer el primero de sus dos goles en Pinilla LOF

Xisco le auguró que marcará el tanto del ascenso; de momento, lleva diez

13 abr 2024 . Actualizado a las 23:01 h.

Cuando Barbero fichó por el Deportivo, recibió un mensaje de Xisco Jiménez con una felicitación y un augurio: suyo será el tanto que devuelva al club al fútbol profesional.

Empeñado en no desacreditar las dotes de profeta del amigo que hizo en Osasuna, el ariete andaluz ha decidido ensayar. No vaya a ser que el momento clave le pille con la puntería extraviada. El rodaje hasta llegar al tanto definitivo —«Lo he visualizado varias veces», confesaba hace unos días— le está viniendo estupendamente al conjunto blanquiazul. Por el camino, ha marcado diez. Dos, para demostrar que esta nueva versión del conjunto coruñés también sabe remontar.

La última vez que los de Imanol Idiakez le dieron la vuelta al marcador, lo lograron con un modelo desfasado, aunque fue en un campo similar. Si la pelota botaba mal en Pinilla, en Espiñedo lo hacía aún peor. Entonces fue Davo el autor de un doblete que salvó al míster por segunda vez en el mismo mes. Jugaba el Dépor sin ariete específico porque a Barbero aún le faltaban varias semanas para salir del largo túnel de su lesión. Cayó a mediados de septiembre y reapareció un 14 de enero, en el Reino de León. Allí perdió el líder por última vez.

Cuando vuelva a medirse a la Cultural lo hará desde lo más alto de la tabla, tras completar un tránsito espectacular, partiendo de la sexta plaza, a diez puntos de una Ponferradina que hoy queda muy atrás.

Es difícil aventurar si el viaje al primer lugar habría sido más plácido sin aquel menisco roto a los 20 minutos de la cuarta jornada. Entonces, el dueño del 9 apenas había tenido tiempo de estrenar su cuenta, haciendo en Lugo el tanto inaugural del curso blanquiazul. Regresó con la recámara repleta, y ha ido repartiendo dianas a razón de una cada 82 minutos. Ritmo espectacular al que ha dado caza a Lucas Pérez, ahora que es el de Monelos quien se resiente de la rodilla izquierda. Si desea un nuevo reto personal, habrá de buscarlo lejos de Riazor. El azulgrana Pau Víctor, por ejemplo, es pichichi del grupo, con 16.

La distancia es enorme y el tiempo escaso, aunque a medio camino quedan los trece goles que firmó la pasada campaña al abrigo del Tajonar. Objetivo mucho más asequible; especialmente, porque esa cuenta no tiene opción de crecer. Sí lo ha hecho su autor, perfectamente adaptado a un conjunto con aspiraciones mucho mayores a las del filial rojillo. Cada vez está más cerca de colmarlas, superando citas enrevesadas como la de Teruel.

Comenzó por detrás, y cuando la ansiedad asomaba, Barbero domó un balón a espaldas de Isma Sierra y lo envió a la red. Ese llegaba del cielo, enviado por José Ángel; el siguiente, lo recibió a ras de césped, por cortesía de Yeremay. Dos vías distintas, idéntico final. Lo tiene muy visto en su cabeza. Xisco sabe de lo que habla; no se puede equivocar.