Acabó la espera, el Dépor vuelve ya (1-0)

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

Lucas Pérez escribe su nombre en la historia blanquiazul con un gol que vale el ascenso

12 may 2024 . Actualizado a las 21:41 h.

Para esto esperamos.

Para que fuera Lucas Pérez; el chaval del barrio de Monelos que solo quería un título de crédito en la historia del equipo de su ciudad. Él, que hace dos años encargó a Bergantiños reservar el 7, puso final feliz al cuento del gran capitán. Aquel dolor del rubio de La Sagrada, tras el ascenso esfumado por dos veces en una sola tarde aciaga en Riazor, transformado en lágrimas de felicidad.

En ese tránsito entre el Albacete y el Barcelona Atlètic crecieron nuevos talentos de casa, como Mella y Yeremay, agitadores (especialmente el canario) de una cita para guardar. Abegondo imponiendo su producto al de la gran cantera universal.

Descosiendo los costados del filial azulgrana, a la espera de la hora de la verdad. Consciente de la magnitud del reto, Lucas decidió ensayar. Abrió el encuentro en libre directo, después de que los visitantes erraran en la selección de campo, eligiendo defender primero la portería de Marathon. La hinchada más bulliciosa se cobró la afrenta, desatando los nervios en la zaga culé. El ruido hizo temblar a Mikayil, castigado con una amarilla al poco de arrancar. También a Astralaga, incapaz de dirigir los envíos cuando el Dépor llevó hasta sus pies la presión.

El meta se sacudió el temblor para despejar el ensayo de Lucas, neutralizando la falta lanzada desde la frontal. Enseguida respondió con menos problemas a un chut lejano de Yeremay. Se cumplía el cuarto de hora cuando el grupo de Márquez espabiló. Lo hizo a la usanza de la primera vuelta, buscando la espalda de la fiable zaga blanquiazul. Tras los Pablos se escondía el premio que persiguió con insistencia Marc Guiu. Cuando más cerca estaba de rascarlo, tras recibir un pase filtrado de un soberbio Pau Víctor, Germán Parreño estiró la pierna y tapó el camino que llevaba a su red.

El duelo había cambiado de dueño y el Deportivo ya solo trataba de llevarlo al descanso sin que se alterara el marcador. Si acaso, a través de una contra como la que condujo el 10 local; ofreciendo a Lucas Pérez un mano a mano escorado que no hubo manera de resolver. No estaba escrito que fuera tan pronto. Lo bueno, después de cuatro años en el pozo, aún tardaría algo más.

Como mínimo, hasta concluir un intermedio en el que recuperó su empuje el anfitrión. Se instaló de nuevo en campo contrario y de allí ya no se movió. En pleno asedio al área azulgrana, los de Imanol Idiakez (justo es citarlo en la crónica definitiva) encontraron un saque de esquina. Y en ese córner, un balón rebotado que Pablo Martínez alcanzó primero para que Naim lo hiciera volar. De nuevo, falta en la frontal. De nuevo, barrera poblada. De nuevo, Lucas para probar.

Y esta vez sí. Esta vez no hubo manopla de Astralaga que detuviera el zurdazo buscando el palo que el portero debía proteger. Nadie que se interpusiera entre el chaval de Monelos y su sueño. Afinado en una plaza frente a la ventana de Manuela. Allí donde se asomaba a gritarle al nieto que soltara la pelota, que era hora ya de cenar.

De vuelta a Riazor, voló entonces el cuero y tocó la red. Y de repente ya solo había que esperar de nuevo. Una espera pequeña, de apenas media hora. Con todo lo esperado ya. Y pasaron treinta minutos como han pasado cuatro años. Y mereció la pena. Porque el Dépor salió del barro y era más fuerte. Y al asomar la cabeza se vio de nuevo en el fútbol profesional.

Ficha Técnica

Deportivo 1: Parreño; Ximo, Pablo Vázquez, Pablo Martínez, Balenziaga; José Ángel, Villares; Mella (Davo, min 74), Lucas, Yeremay; Barbero (Rubén López, min 74).

Barcelona B 0: Astralaga; Casadó, Pelayo (Olmedo, min 61), Mikayil, Gerard; Moha (Cuellar, min 78), Bernal, Unai (Román, min 88); Naím (Darvich, min 88), Guiu (Guillermo, min 78), Pau Víctor.

GOLES: 1-0, min 56: Lucas Pérez

Árbitro: Palencia Caballero. Amarilla a Lucas y Yeremay por los locales y a los visitantes Mikayil, Guiu, Moha, Pau Víctor.