Un Deportivo Liceo con sentido y sentimiento para volver a ser campeón

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El equipo que entrena Juan Copa inició la pretemporada con un plantel remodelado y un proyecto de futuro

19 ago 2024 . Actualizado a las 18:03 h.

Cansado de tener que confeccionar una plantilla nueva cada temporada, y con los deberes económicos hechos en los últimos meses, el Liceo inició ayer la pretemporada de lo que pretende ser una nueva era. Una etapa marcada por la continuidad de sus mejores jugadores y la incorporación de otros con varios años de contrato por delante con un claro objetivo: consolidar el proyecto de cara el futuro.

«Es un equipo hecho con sentido y sentimiento», resume Juan Copa, su entrenador, a la hora de referirse a la confección de una plantilla a la que han llegado cinco jugadores, lo cual no impide que sea uno de los grupos más coruñeses de la historia —habría que remontarse a los años setenta para encontrar tanto autóctono en el plantel como este—. Dava Torres, César Carballeira, Pablo Cancela, Martín Rodríguez Garaboa, Juan Copa y el santiagués Bruno Saavedra ponen el acento coruñés a una plantilla que completan Martín Serra, Fabri Ciocale y los recién incorporados Arnau Xaus, Nil Cervera y el Tato Ferruccio.

Un grupo con una media de tres años de contrato, algo que hace sonreír a Copa: «Estamos acostumbrados a tener que reinventarnos siempre, pero tenemos ganas de dejar de hacerlo. Pero no solo ya en la plantilla. Veo gente alrededor muy conocida, como Antón Boedo en la dirección técnica, a Tito Torres... Es un proyecto para largo plazo. Es el objetivo. Luego, habrá que seguir yendo al mercado pero ya para mejoras puntuales», reflexiona antes de realizar ayer el primer entrenamiento del ejercicio, en el que no estuvieron presentes César Carballeira ni Jacobo Copa, concentrados con la selección española para los World Skate Games.

Es el sentimiento del técnico y de su plantel, que traslada como nadie su capitán, Dava Torres. «Tenemos una plantilla ganadora. Contamos con un poco de todo. Fichajes como Xaus y el Tato [Ferruccio], que llegan con 26, 27, una buena edad; luego Nil Cervera, que el año pasado hizo una gran temporada; Martín [Rodríguez], que ya lo conocemos; y Jaco [Copa], que junto con Bruno son el futuro ya presente. Y todo eso con la veteranía de Pablo Cancela y luego César [Carballeira] y yo. Sin olvidarnos de Fabri. Creo, y así lo digo, que debemos conseguir títulos. Para empezar, la Supercopa [se disputará en A Coruña el fin de semana del 5 de octubre]. Tenemos un año por delante muy ilusionante en el que el objetivo es luchar por cada campeonato», explica el coruñés.

Los refuerzos

El hecho de que el equipo gallego se haya reforzado tan bien, con el segundo máximo goleador de la pasada OK Liga [Xaus], la revelación del ejercicio y campeón de la CERS [Nil Cervera] y el deseado desde hace años Ferruccio, además de Copa y Martín Rodríguez, unido a las bajas del Barcelona (João Rodrigues y Pau Bargalló), que se van a Portugal y su ya exentrenador, Edu Castro, hace soñar a sus integrantes. No obstante, Copa pone los pies en el suelo: «Han fichado a Aragonés, Font y Pablo Álvarez...». Aun así, también se apunta al sueño: «Nuestro ADN es el de siempre: luchar por ganar todas las competiciones, sobre todo las domésticas, porque en Europa es difícil pelear co los portugueses», subraya antes de hablar del otro gran reto que se le presenta este año.

Copa entrenará a Jaco, su hijo. «Llevo ocho años aquí y he afrontado numerosos retos. Este es otro. Él tenía posibilidad de irse a otros equipos, pero ha querido fichar aquí. Creo que ambos estamos preparados», apostilla.

Tato Ferruccio: «La gente conoce mi corazón, mi lucha y un poco mi talento»

De la prolífica cantera argentina de San Juan, Franco Tato Ferruccio llega al Liceo con 27 años y después de haber exhibido su habilidad goleadora, sobre todo durante las dos últimas temporadas en Portugal, en donde superó los ochenta goles. Aterriza con la etiqueta de jugador diferente. De los que divierten a la gente, al tiempo que marcan diferencias.

—Hace tiempo que el Liceo lo quería, ¿por qué ahora sí?

—Siempre digo que si se dio ahora es porque tenía que darse ahora. Yo me encontraba muy metido en la Liga portuguesa, pero el Liceo siempre fue un equipo soñado de chico. Es muy grande. Ahora se pudo dar y estoy muy feliz.

—¿En qué modo le presiona ser uno de los jugadores llamados a marcar la diferencia?

—Para nada. Me hace feliz. Eso significa que se valoran todos estos años que han sido beneficiosos. Yo también estoy con ganas de darle mucho al Liceo y sé que el club me va a dar mucho a mí. Yo daré el cien por cien, como siempre, porque la diferencia no la marca solo el talento, sino también la disciplina.

—El Liceo siempre genera expectativas. Pero este año son mayores.

—Eso me parece estupendo. Tenemos experiencia y juventud y es lógico que la gente quiera éxitos. Nosotros somos los primeros en luchar por ello.

—¿Qué espera aportar usted?

—Va a depender un poco de lo que el equipo necesite. Tengo mucho dentro y fuera de la cancha. La gente conoce mi corazón, mi lucha y un poquito de talento. Pero estoy para lo que el equipo necesite, tanto el entrenador como el cuerpo técnico y me haré más fuerte para aportar todo lo que pueda. Aquí, en el Liceo, solo tenemos un objetivo que es ganar todo, porque queremos ser primeros en todas las competiciones que disputemos. Es el objetivo del grupo, como colectivo, y el mío, individual.