El Deportivo pretende recurrir la segunda amarilla a David Mella al no apreciar que derribe al rival
TORRE DE MARATHÓN

De fructificar la reclamación, el extremo podría jugar ante el Zaragoza tras ser expulsado en el partido de Cádiz, cargado de polémica arbitral
01 dic 2024 . Actualizado a las 10:09 h.El acta que redactó el colegiado Salvador Lax Franco tras concluir el partido del Nuevo Mirandilla registra la expulsión de David Mella Boullón por doble amarilla. Líneas antes, desgrana los motivos de estas amonestaciones, enseñadas por idéntico motivo: «Derribar de forma temeraria a un contrario en la disputa del balón».
La primera de las tarjetas que recibió el extremo, mostrada en el minuto 3, no ofrecía demasiadas dudas, ya que eleva mucho la bota e impacta con la pierna de Fede San Emeterio, quien de inmediato reclama incluso un castigo mayor, mostrando la zona alcanzada por los tacos del futbolista blanquiazul. La segunda, sin embargo, da para un análisis más profundo, e incluso para una reclamación.
La acción se produce casi sobre la línea de cal y el jugador del Deportivo se lanza al césped con los pies por delante para arrebatarle el cuero a José Matos. Contacta con el balón y lo despeja, sin llegar a tocar, aparentemente, al rival. Este, sin embargo, cae quejándose, y Lax Franco determina que ha habido derribo y procede a amonestar.
Desde el club coruñés se entiende que el contacto no existe y por lo tanto el adversario no es objeto de falta. Por ese motivo, pretende reclamar que se anule la segunda amarilla y la consiguiente expulsión. De fructificar la protesta, Mella estaría disponible para jugar el próximo sábado ante el Zaragoza en Riazor.
El presunto agravio al Dépor no acabaría ahí, ya que el videoarbitraje también sembró polémica. No intervino en el penalti señalado a Helton Leite, cuando el portero parece despejar la pelota antes de chocar con Carlos Fernández, y sí lo hizo para anular la pena máxima derivada de un agarrón de Kovacevic a Pablo Vázquez. David Gálvez Roscón reclamó a su compañero que se acercara a la pantalla para volver a juzgar la acción. Le indica que la intensidad del agarrón «no es suficiente» para tumbar al oponente y en ello acaba coincidiendo el colegiado principal.
«Poco puedo decir yo si ahí interviene el VAR y decide otra cosa», apuntaba tras el encuentro Óscar Gilsanz, siempre reticente a pronunciarse sobre decisiones arbitrales —«Es un deportista más, que intenta hacerlo lo mejor posible»—. También se le preguntó por ello en zona mixta a Yeremay. «El árbitro intenta hacerlo lo mejor posible. Muchas veces se equivocará, igual que me puedo equivocar yo. Hablar de esto es un poco bajuno. Estoy seguro de que él quiere hacer un partidazo para pitar en Primera. Toma decisiones y a veces acertará y otras no», concluyó el extremo canario.