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Así es Fabi Urzain, extremo del Fabril; «Disfruto mucho con los unos para uno para luego decidir si irme dentro o fuera»

Iván Antelo A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

«En el que más me fijo es Yeremay, todo lo que hace es increíble», dice

25 ene 2025 . Actualizado a las 19:10 h.

Salvando las diferencias, el Yeremay Hernández del Fabril es Fabián Urzain Egido (Torrecaballeros, Segovia; 2004). Ese extremo izquierdo del que se puede esperar algo diferente. Fabi recaló en el Deportivo este verano, tras formarse en la cantera del Atlético de Madrid, y firmó hasta el 2026.

Su fichaje

«Buscaba un sitio en el que sentirme importante»

Fabi se incorporó avanzado el mes de agosto: «Llevábamos meses viendo a ver si lo cerrábamos, yo quería haber estado antes con mis compañeros, pero por diferentes motivos no se pudo hacer. Por eso llegué un poco más tarde al Fabril. A mí me quedaba un año más de contrato con el Atlético, pero buscaba un proyecto más estable para mí. Allí veía que no iba a tener esa oportunidad, ya me había ido cedido el año anterior al UCAM. Buscaba un sitio en el que sentirme importante. Así que, en cuanto salió lo del Dépor, no lo dudé».

«Me siento importante»

El comienzo fue complicado: «Fue llegar y jugar. Pero tuve mala suerte porque me lesioné el isquio y estuve varias semanas parado. Volví y recaí, pero ahora ya he conseguido tener esa regularidad y me siento importante en el equipo».

Adaptación

«Todo era muy diferente a donde yo venía»

Con apenas 20 años, cambió por completo su vida: «Me he adaptado muy bien a la ciudad y al equipo. Mejor de los que esperaba porque yo soy más de sol y calor. Al principio me costó, porque todo era muy diferente a donde yo venía (Murcia), pero le he acabado pillando el gusto. Así que estoy superfeliz y supercontento».

«Le pregunté a David Vilán antes de venir y luego Kevin me ayudó a integrarme»

Su integración en el grupo es total: «El vestuario es un diez. No me puedo quejar de ningún compañero. He hecho migas muy rápido con todos. Hay muy buenas personas aquí. He tenido muchísima suerte de caer en un vestuario como este. David Vilán, con el que había coincidido en el Atlético, fue el que se encargó un poco de explicarme cómo era todo aquí. Él había estado cedido aquí el año pasado y fue al que más le pregunté antes de venir. Y luego, cuando fiché, fue Kevin el que me explicó todo y el que me ayudó a integrarme en el grupo. Yo lo conocía de jugar partidos de pequeño en la liga de Castilla y León y desde entonces mantenía el contacto con él».

Primer equipo

«Me fijo en Yeremay»

Fabi tiene un claro referente en el primer equipo: «Lo de Yeremay me parece increíble. Todo lo que hace… Es verlo y… Es el jugador que gusta a cualquier espectador de fútbol. Además, como juega de extremo izquierdo, como yo, es en el que más me fijo».

«Cuando nos den la oportunidad hay que aprovecharla»

Con el mercado de enero todavía abierto, hay varios jugadores del primer equipo que podrían salir. En el filial esperan su opción para ayudar a los mayores: «Para eso estamos todos los del Fabril. Trabajando para dar el salto y que, cuando nos den la oportunidad, tratar de aprovecharla».

Su posición ideal

«En donde más cómodo me siento es en la banda izquierda»

Al jugador segoviano del Fabril le gusta más jugar en la banda izquierda: «En donde más cómodo me encuentro es en la banda izquierda. Yo creo que ahí es en donde más puedo dar al equipo, aunque también puedo jugar en otras posiciones como la mediapunta. Pero bueno, si me dan a elegir prefiero la banda. Disfruto mucho con los unos para uno, para decidir desde ahí si irme para dentro o para fuera».

De la referencia del primo Adrián a los entrenamientos con el «intenso» Simeone

Fabián Urzain comenzó muy pronto a jugar al fútbol: «Mi primo Adrián tiene cuatro años más que yo y él jugaba al fútbol. Siempre iba a verlo. Tanto él como mi padre fueron los que me enseñaron. Aunque ahora ya lo haya dejado, para mí, él siempre fue un referente».

«Yo soy de Torrecaballeros, un pueblo que está a unos cinco minutos en coche de Segovia. Con tres años empecé a jugar en la escuela del Unami, que es un club de allí, de la ciudad, hasta los trece que me fui a la Gimnástica Segoviana», explica.

Su vida cambió siendo un adolescente: «Yo estaba en el Valladolid, cuando mis padres me llevaron a la cocina y me contaron que había la posibilidad de ir al Atlético. Me quedé sin palabras. Al final, era un equipo que veía por la tele y yo soñaba con estar en un club así de grande».

«Me fui al Atleti con 15 años y me quedé en la residencia. Los primeros meses fueron duros. Yo soy un chico muy de estar con la familia. Pero conseguí adaptarme. Ayudó estar cerca de casa, estaba a una hora de Segovia, y podía hacer alguna escapada de vez en cuando para ir a ver a mi familia y mis amigos».

En el Atlético de Madrid disfrutó de momentos únicos e inolvidables: «Vivir la Youth League fue una experiencia increíble, Te sientes futbolista y ves que estás cerca de lograr tu objetivo porque juegas en estadios buenos y viajas a jugar contra grandes equipos. Pero bueno, al final es muy difícil dar el salto al primer equipo, siendo un club tan grande. Antes de marcharme al Dépor, hice algunos entrenamientos en la pretemporada del primer equipo. Simeone se toma cada sesión como si fuera un partido. Lleva dentro de él esa competitividad y esa intensidad. Lo que se ve desde fuera es lo que es en cada entrenamiento. Las primeras veces que fui con ellos me imponía bastante ver a tantos cracs, pero al final te acostumbras».