![](https://img.lavdg.com/sc/WyksjJWQFrOUFzTpUME9UHlOZiM=/480x/2025/02/09/00121739127782977648271/Foto/i_20250209_190603000.jpg)
Una semana muy tranquila en A Coruña, en comparación a las vertiginosas de enero, deparaba un partido ante el favorito de la categoría. También se producía el encuentro de dos proyectos diferentes: un cuadro andaluz con jugadores de renombre y experiencia en máxima categoría, cuyo objetivo es el ascenso directo, mientras que en el Deportivo se apuesta por la cantera y jugadores jóvenes sin bagaje en la élite, con la meta de no pasar problemas.
Tras ver el 11, he de reconocer que la ausencia de Dani Barcia no me gustó; quedaba por ver si se notaría su vacío ante uno de los equipos más dominantes posicionalmente de la categoría. Óscar Gilsanz apostó por su ya habitual 1-4-3-3 asimétrico, Jurado incrustado entre centrales y Villares descolgándose en la salida de balón a la altura de Soriano, con Zakaria en punta.
La parte positiva es que el equipo coruñés con el balón se ha vuelto reconocible: un carril izquierdo delegado casi en su totalidad a Obrador, con Yeremay por dentro generando en cada acción. Mientras en el otro perfil, Mella y Ximo intercambian constantemente posiciones en los cortes a la espalda de la defensa rival. Si hablamos de variantes defensivas: presión alta como primera opción, seguida por un bloque bajo que ha ganado solidez a pasos agigantados, balón parado incluido.
El Depor lanzó un aviso al Almería poco tiempo después de iniciarse el partido: con y sin espacios, también tiene jugadores diferenciales. Entonces apareció el recién llegado Zakaria, rebote mediante, para adelantar a los de Gilsanz. Debo aclarar que la maniobra del neerlandés poco se ha visto este año en la posición de 9. A pesar del estímulo, los de Rubí no reaccionaban, víctimas de un conjunto herculino dominante, subido a lomos de los más jóvenes, en especial de los siempre presentes Mella y Yeremay.
Como comentaba al inicio, el proyecto del Deportivo se sustenta, casi por obligación, en la oportunidad, el desarrollo de talento con hambre, ambición y ganas de crecer, pues jugar en este club, no lo olvidemos, significa vestir la camiseta de un histórico del fútbol español. Bienvenidos sean.