Acuerdo total entre Lucas Pérez y el PSV Eindhoven

La Voz

TORRE DE MARATHÓN

Lucas Pérez
Lucas Pérez CESAR QUIAN

El delantero viaja a Holanda para incorporarse hasta final de temporada a la disciplina del equipo neerlandés, que jugará los octavos de final de la Champions contra el Arsenal, aunque Lucas no podrá disputar esta  competición

22 feb 2025 . Actualizado a las 23:38 h.

Después de unas semanas de incertidumbre, el futuro de Lucas Pérez (A Coruña, 1988) se aclara. Un mes ha pasado desde que el futbolista coruñés anunciaba su adiós al Deportivo, alegando motivos personales y un desgaste con algunos integrantes de la entidad blanquiazul —de la parte organizativa, no de la plantilla ni del cuerpo técnico—. En aquel momento, aseguró que no tenía compromiso con ningún club. Por entonces, llegó a decirse que las negociaciones con algunos equipos madrileños estaban avanzadas. Ahora, cuatro semanas después, sus pasos apuntan lejos.

Tiempo después, y con una larga negociación por medio, Lucas ha alcanzado un acuerdo verbal con el PSV Eindhoven, que falta plasmar en un documento, algo que se hará cuando en las próximas horas pase el correspondiente reconocimiento médico y, en caso de que no surja ningún imprevisto, lo supere. En ese instante, estampará su firma en el contrato que lo ligará a la entidad neerlandesa hasta el 30 de junio.

En su despedida dijo que se iba por razones personales y, entre ellas, alegó un distanciamiento con su padre que había traspasado de lo dialéctico a lo judicial. «Es el momento de marcharme por el bien del club», afirmó sin rodeos antes de insistir en la tormenta perfecta que en su ánimo provocaron el deterioro de los roces con algunos responsables del Deportivo y su propia situación personal. En este último condicionante figuran las ganas de ver más a su hijo Irvin, que va a cumplir 2 años y vive en Madrid, así como, según apuntó, «la situación de mi padre que estoy en trámites judiciales, no quiero entrar en más detalles».

Regreso a la élite mundial

Con este acuerdo a punto de plasmarse, Lucas regresa a la élite del fútbol mundial, a un club que disputará los octavos de final de la Liga de Campeones, competición en la que el gallego no podrá participar. El motivo es que el plazo de inscripción de jugadores para la segunda fase de este torneo concluyó el 6 de febrero y, en ese instante, todavía no había un acercamiento lo suficientemente importante. Muchas conversaciones, pero no un punto de entendimiento.

Aunque llega con la temporada muy avanzada y con más de un mes sin jugar, el exdelantero del Deportivo no ha estado parando durante este tiempo. Una vez oficializada su desvinculación del Deportivo, buscó acomodo en Madrid, en donde se entrenó en el Rayo Majadahonda, equipo de la Segunda Federación. De esta forma, aun cuando la exigencia es menor, pudo mantener parte del estado físico que había ganado en A Coruña.

Durante estas semanas, los teléfonos de Lucas y su representante no dejaron de sonar con importantes ofertas llegadas desde diversos puntos de la geografía internacional. Sin embargo, el que más fuerte pujó (no ya en el aspecto económico sino en el emocional) fue la entidad neerlandesa, que se asegura a un jugador con experiencia, que a sus 36 años demostró en A Coruña que todavía tiene fútbol por aportar. De hecho, durante las conversaciones se llegó a hablar de la posibilidad de firmar un contrato de un año y medio de duración, pero, finalmente, solo será hasta el 30 de junio.

A favor de la decisión jugó también el hecho del pánico que siente el futbolista al avión. En los Países Bajos, los desplazamientos se hacen todos por carretera, dado que la distancia más amplia en coche está alrededor de las tres horas, un alivio para él.

Si algo ha venido demostrando siempre Lucas es que se mueve más por sensaciones y sentimientos que por aspectos económicos. De esta manera, en enero de hace dos años dejó el Cádiz y el glamur de la Primera División española para recalar en la tercera categoría del fútbol nacional. Pero lo hacía por estar en un entorno feliz y por defender, por tercera vez, los colores del club que siente desde que era niño.

Un aspecto que no está reñido con su gen competitivo. De esta manera, una vez que sabe que no podrá disputar la Champions, los objetivos que se marca el delantero están en conquistar la Copa holandesa, en la que su equipo está en las semifinales, en las que se medirá al Eagles, y la Eredivise. En la Liga, el PSV es segundo, con dos puntos menos que el Ajax, que es líder a pesar de haber disputado un partido menos que su rival en la lucha por el título.

Cuarto país extranjero en el que actuará el atacante, después de Inglaterra, Ucrania y Grecia

Con este fichaje por el PSV, Lucas suma un cuarto país a su experiencia en el extranjero, después de haber jugado en Ucrania (Karpaty y Dinamo de Kiev), en Grecia (PAOK de Salónica) y en Inglaterra (Arsenal y West Ham). De estos clubes, en el que menos protagonismo tuvo fue en el del sudeste de Londres. Pese a todo, jugó 21 partidos y marcó 7 goles, llegando a firmar un hat-trick en la Champions frente al Basilea.

Además, en el fútbol profesional español, vistió las elásticas del Rayo Vallecano, el Alavés, el Elche y el Cádiz, desde el que retornó al Deportivo por tercera vez en su carrera.

Curiosamente, pese a ser de A Coruña y ejercer de coruñés, Lucas no llegó a enfundarse la camiseta blanquiazul hasta que fue futbolista profesional, ya consagrado en Grecia. Se inició en el Victoria, club del que pasó al Arteixo en categoría juvenil. Ahí lo fichó el Alavés. Pero en el 2007, con 19 años, quiso regresar a casa y firmó por el Órdenes. Ahí fue donde lo contactaron los ojeadores del Atlético de Madrid y se lo llevaron a la capital de España. Actuó en los equipos C y B antes de dar el salto al Rayo Vallecano. A partir de ahí despegó de España hasta que regresó a punto de cumplir 28 años.