Mejoría insuficiente del Deportivo ante el Huesca

Breogán Blanco

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

24 feb 2025 . Actualizado a las 16:59 h.

El poco bagaje ofensivo del Deportivo vivido hace siete días se ponía a prueba ayer ante el Huesca, posiblemente, el conjunto más sólido de la categoría en esta fase de la temporada en Segunda División. La duda sobre la presencia en el once blanquiazul de Yeremay quedaba resuelta al ver la alineación de Óscar Gilsanz. Sobre el tapete de Riazor también sorprendió la vuelta de Barcia, posiblemente inducida tras las debilidades mostradas en el campo del Eldense respecto a la zona de inicio.

El plan ofensivo deportivista chocaba con el bloque medio-bajo del Huesca, con tres centrales y dos carrileros. Quedaba por ver si el Dépor aprovecharía una de las grandes debilidades de dicho entramado: atacar el espacio central-carrilero con amplitud y de manera vertical. Además del balón parado, solo las apariciones de David Mella y Yeremay en esa «área de incertidumbre» hacían daño a la zaga visitante.

Quedaba por ver si, una vez identificada esa cuestión, se insistiría. He aquí uno de los contrasentidos que hacen del fútbol el deporte rey: posiblemente la clave del partido se encontrase en el equilibrio del carril izquierdo deportivista controlando a uno de los jugadores más diferenciales en transición de la categoría (Gerard Valentín) y, a la par, explotar a la pareja Yeremay-Obrador. Una versión menos ofensiva del lateral madrileño durante el primer tiempo se debía a lo primero.

El que insistía una y otra vez en el ataque del Deportivo era Zakaria, cortando continuamente con desmarques de ruptura diagonales hacia los perfiles, pero sin acierto de cara a portería. Esta vez el equipo de Óscar Gilsanz generó lo suficiente como para dominar en el electrónico, aunque no lo materializó. He de reconocer que no me gustó la falta de amplitud en los ataques, porque eso facilitó la labor de destrucción del Huesca. Tan solo un Obrador (ya sin Valentín en el campo) aportaba en ese sentido. Tampoco me gustó la precipitación ocupando los espacios en las jugadas de dos contra dos laterales, con mala toma de decisión en general.

Quizá haber apostado por Mella en el perfil izquierdo a pie natural habría dado la holgura necesaria al Dépor. Aspecto a valorar es la ya reconocida solidez defensiva y la mejora en inicio con Dani Barcia, pulcro partido el suyo. Seguimos.