Kevin Sánchez, jugador del Fabril: «Nos dieron leña; tenemos que hacernos un equipo veterano como son ellos»

Iván Antelo A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

ANGEL MANSO

«Les vale empatar, pero quizás les sea más complicado gestionar una prórroga por los nervios; con el paso de los minutos vamos a hacerles mucho daño», avisa

17 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El tiempo pasa para todos y Kevin Sánchez (Burgos, 2005), acostumbrado a ser el niño de cada equipo en el que jugaba, es ya una voz con peso dentro del Fabril, que esta tarde (19.00 horas, Popular TV Murcia) jugará la vuelta de las semifinales por el ascenso a Primera Federación.

—¿Cómo están antes de jugársela contra el UCAM?

—Tengo buenas sensaciones. Es verdad que el partido de ida en Riazor fue bastante competido, pero les plantamos cara. Hicimos un buen encuentro.

—Faltó el gol.

—Sí, la verdad es que sí. Ajusté al lado que tenía que tirar y me la tapó bien el portero. Fue una pena.

—El fútbol se mide por centímetros. Los que llevaron ese balón al larguero y no a la red.

—Sí, mala suerte...

—¿Usted es de los que revive las jugadas o las olvida rápidamente?

—Yo le doy bastantes vueltas. Es un defecto que tengo. Pero poco a poco lo iré cambiando. Pero yo no sentí que fallara en se momento. Sí que me quedé con que había sido una pena que no hubiera acabado en gol. La he visto en vídeo varias veces y fue una gran parada. No es como si la tirase fuera... No sé.., No todo dependen siempre de mí. Los porteros también juegan.

—Además, estuvo presente en la otra jugada clave. La del gol anulado a Guerrero en el 90.

—En el campo, yo no me di cuenta ni de lo que pasaba. Pero en el vídeo se ve cómo el asistente levanta la bandera. Entiendo que el árbitro, que no estaba en disposición de ver mi fuera de juego, da la ley de la ventaja y luego al ser advertido de mi situación, vuelve atrás y pita la falta. En si yo estaba en fuera de juego o no, no me meto. No lo sé. Es una decisión suya. El línea lo veía mejor que nadie.

—En el campo no encontraban explicación.

—Yo no entendía nada. Yo veía a mis compañeros quejarse y yo también me puse a hacerlo. Todos a una.

—El contexto del partido no ayudaba a la calma.

—El UCAM es un equipo duro, nos dio leña. Nosotros tenemos que hacernos un equipo veterano como ellos y también nuestro trabajo, por supuesto.

—En la vuelta hay que ganar. No vale el empate.

—Y vamos a hacerlo. Va a ser un partido disputado, como en la ida. A ellos les vale empate, pero quizás les sea más complicado gestionar una hipotética prórroga por los nervios. Nosotros tenemos que hacer un gol más que ellos y ellos están obligados a aguantar el resultado. Con el paso de los minutos vamos a hacerles bastante daño. Somos muy fuertes fuera de casa y los resultados se vieron durante la temporada.

—¿Cuál es la fortaleza del UCAM?

—Ellos van al hombre. Juegan un poco parecido al Barça de Flick. Van para arriba y dejan espacios. Nosotros tenemos que jugar nuestro partido y el resultado se dará. No me cabe la menor duda. Tengo muchísima confianza en mí y en el equipo.

—Ese partido que imagina le viene bien a sus cualidades.

—Sí, sí, me viene muy bien. Dos de mis características son la velocidad y el desmarque y se tipo de encuentro, para explotarlas, podría darse.

—Lo peor de la ida fue la lesión de Manu Ferreiro

—Sí. Es una putada. Es un jugador muy importante para nosotros. Nos ayuda muchísimo. Es un futbolista espectacular. Todavía es juvenil y es una gran promesa del Dépor.

—¿Nota que se hace mayor? Van apareciendo canteranos más jóvenes que usted...

—No, no, aún soy un chaval [se ríe]. Es mi primer año de sénior. Estoy cantado de ayudar a los más pequeños, cuando sube algún cadete o algún juvenil de primer año. Si me preguntan, les intento dar consejos sobre situaciones que yo también tenía a su edad, que tampoco fue hace tanto [más risas]. Intento que vayan por el buen camino. En juveniles puedes jugar contra chavales un año o dos mayores que tú. Aquí, contra hombres que tienen hijos. El salto es grande.

ANGEL MANSO

«Desde la próxima temporada ya soy jugador del primer equipo; pero estaré a lo que me digan»

Kevin Sánchez es una apuestas del Deportivo para su futuro.

—¿Cree que sería importante para el Deportivo, como club, que el Fabril ascendiera?

—La confianza de cualquier club en los chavales, normalmente, no es la misma si estás en Tercera Federación o en Primera RFEF. Cuanto más te acerques a la categoría del primer equipo es mucho mejor. Si el Fabril sube, posiblemente habría más oportunidades porque estaríamos solo a un paso de ellos. Ahora mismo hay un salto grande y es complicado.

—A nivel personal, ¿le influye el ascenso para su futuro?

—Sería ya un tema del club. Esta temporada soy jugador del Fabril y las tres siguiente, empezando por la próxima, ya soy del primer equipo. Pero yo estaré a disposición de lo que me digan.

—Esta campaña ya pudo debutar en el fútbol profesional.

—Lo recuerdo como un sueño cumplido. Aún me quedan unos cuantos, como ser jugador profesional y ascender con el Dépor a Primera División. Tenía muchísimas ganas de debutar. Jugar con el primer equipo es una locura. Lo afronté con nervios, pero en mi cabeza estaba que podía pasar viendo que [en Almería] estaban tocados Lucas, Yeremay y Mella y yo podía ser un recambio. Me tocó, me fui contento, pero triste a la vez porque yo solo quiero ganar, ganar y ganar y no se pudo.

—A trabajar para que se den más.

—Ojalá esta año ya no me toque más, porque querrá decir que estaremos peleando con el Fabril por ascender a Primera RFEF. Así que ahora centrados en el sábado.

—Es importante que suban cada vez más canteranos. La afición se identifica más con ustedes.

—Sí. Mella, Yeremay, Diego y Barcia ya están. Y mira el Celta qué gran temporada está haciendo con los chavales. Los de casa tenemos muchas ganas de ayudar a los mayores y eso se nota.