Empate de realidad en Riazor

Breogán Blanco

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

24 ago 2025 . Actualizado a las 19:22 h.

Antes de comenzar el Dépor esta segunda jornada y, tras un buen partido para iniciar la temporada, vista la trayectoria pasada, uno suele desconfiar de los méritos y fija su atención en los deméritos del rival, en lo que admito ser culpable

En mi mente sigue el descalabro este viernes del Granada en Ipurua, por poner en perspectiva nuestra trayectoria y buscando una confirmación blanquiazul de lo acaecido. Antonio Hidalgo repetía once: 1-3-4-2-1 con Yeremay en el carril central, pasando a un 1-5-3-2 sin posesión de balón, cambiando sustancialmente sobre el 1-4-4-2 propuesto hace siete días en tierras andaluzas.

Todo comenzó con un chispazo del canario, que estrelló contra el larguero una definición de clase. Otra aparición de Zakaria se saldó con el mismo desenlace. El cuadro de Hidalgo sufría sin balón, desajustado en labores defensivas e incapaz de encadenar pases ante las dos líneas de cuatro propuestas por Luis Miguel Ramis, que dejaba los perfiles libres, infrautilizados por un Dépor cuya posesión reflejaba poca fluidez. Si a todo ello le sumamos que el 75 % de los duelos aéreos se los llevaba el cuadro visitante, el resultado fue la poca continuidad en el ataque blanquiazul.

Quizás, la labor más importante de un entrenador sea crear un plan de partido que genere en repetidas ocasiones la recepción de balón por parte de sus jugadores diferenciales en zonas de influencia. Para ello, Hidalgo introdujo cambios tácticos con Escudero cerca del carril central, acostando a Yeremay en la izquierda, y de jugadores: Ximo Navarro con su aporte de energía habitual, Patiño dando algo más con balón en tres cuartos y Mella percutiendo una y otra vez contra la defensa burgalesa. Las lineas visitantes se hundían a medida que el sonido ambiente de Riazor aumentaba, incapaces de defender alto a un equipo volcado a por los tres puntos. Pero el gol no llegó y esa efervescencia del Dépor se convirtió en impotencia. Decía Marco Aurelio que «la perspectiva es lo que vemos, pero no es la verdad». Que así sea.