Luismi Cruz no descansa los jueves

TORRE DE MARATHÓN

LOF

El talentoso extremo andaluz aprovechó la cita copera para reivindicarse, generando peligro y tutelando a Pablo García, con quien compartió banda

30 oct 2025 . Actualizado a las 23:57 h.

A Luis Enrique le han construido un reservado en la zona de prensa del Parque de los Príncipes. El entrenador del PSG sostiene que hay situaciones del juego que se aprecian mejor cuando uno toma distancia. Acciones que discurren lejos del balón; como esa charla entre Luismi Cruz y Pablo García mientras el resto de compañeros festejaba el 1-2, anotado por Cristian Herrera. Al andaluz le correspondió en Riomar la tutela del canterano, con quien compartió banda durante más de una hora. Se tomó en serio la tarea, como la del incómodo partido a golpe de jueves para alguien acostumbrado a ser protagonista los domingos.

El campo, una topera, y la situación, recién descabalgado de la titularidad en Liga, podrían haber animado al extremo a darse un respiro, pensando en La Romareda. Sin embargo, se enchufó de inmediato, guiando la versión copera del Dépor, plagada de meritorios, en la que Dani Barcia era la otra excepción dentro de la propuesta de Antonio Hidalgo.

En el minuto dos ya le había colocado un balón en ventaja al jovencísimo lateral que le hacía compañía. Pablo estrelló su centro en el cuerpo de un rival, pero dejó claro hacia dónde iban a escorar los coruñeses. En ese costado derecho se fabricaron las ocasiones más claras del primer tiempo; el único en el que se mantuvo la tensión del duelo. Incursiones que, a falta de goles, produjeron saques de esquina y faltas laterales. Ahí apareció de nuevo Luismi para ganar crédito como ejecutor tras este comienzo de campaña tan poco productivo en la estrategia.

Lo intentó con un envío medido a Zakaria Eddahchouri que el neerlandés cabeceó alto sin nadie que le entorpeciera el remate. Enseguida probó con Barcia y el central sí acertó con la red. A la tercera, jugó en corto, mezclando con Charlie Patiño para ganar la línea de fondo a base de quiebros, recreándose en otra de sus virtudes.

En A Coruña ha ido puliendo una nueva, más propia de los carrileros: pese a que el Sámano pisó poco el área visitante, allí se encontró un par de veces a Luismi, veloz en el retorno y atento a las coberturas cuando su socio perdía la posición y apuraba el campo contrario. Antes del descanso rozó su segunda asistencia, buscando de nuevo a Zaka, que pifió el control. La mezcla sí dio frutos tras el descanso, prologando al 1-3 de Herrera. Hidalgo siguió el recital del 19 en la grada, castigado. Hay cosas que se aprecian mejor desde lo alto.