La catalana, de nuevo MVP del partido, brilló en la jugada del gol de Marisa, que aleja a las coruñesas del descenso y hunde a un Levante inofensivo
14 nov 2025 . Actualizado a las 21:54 h.Dos meses después, el Dépor Abanca resucitó en Riazor. El talento de Pizarro y de Ainhoa Marín guio a las coruñesas de nuevo hacia la victoria. Culminó el trabajo Marisa tras una jugada coral, salvando la imagen de un equipo que tuvo más problemas de los esperados para superar a un Levante colista. Coge aire el Dépor, que se aleja del descenso; se hunde todavía más el cuadro granota.
Las coruñesas salieron llevando el peso del encuentro. Monólogo de pases —acumulaban 175 cuando aún no se había cumplido ni la primera media hora— y de posesión que no logró superar la férrea defensa de cinco con la que saltó el Levante a Riazor. Las granotas no querían asumir grandes riesgos y buscaron una y otra vez bloquear a Ainhoa Marín. Sin la magia de la catalana, el Dépor se encomendó a Henar y a Pizarro. El peligro llegó por la banda de la uruguaya, que armó multitud de centros. Ninguno llegó a buen puerto. El primero lo intentó cazar Marisa, buscando hilvanar un testarazo con sentido. Se marchó fuera.
Intentó entonces la propia Pizarro superar la muralla valenciana. Recibió el esférico en el balcón del área, se acomodó y armó el disparo. Ya tenía la uruguaya dos marcas encima cuando se decidió a lanzar. Lo buscó más adelante sacando provecho al desborde de Marín. Pizarro se topó, una vez más, con la defensa del Levante.
Se desesperaba el Dépor, y crecían las de Andrés París, apostando por un bloque medio-alto gracias a su rapidez a la hora de robar. Erraron las locales en la salida de balón y Le Guilly, poco perseguida, disparó desde fuera del área. Se le fue desviado.
Reaccionó de nuevo Pizarro, hilando una gran acción individual de regates imposibles para la zaga visitante. Le tocaba poner el broche a Marisa, pero la atacante, con tiempo suficiente para colocarse, pecó de impaciente y dibujó un zurdazo nada preciso. Tuvo la última Paula, pero no logró darle a la pelota la rosca necesaria para sorprender a Coronado. Y así, con apenas cinco tiros y tan solo uno a puerta, llegó el descanso.
Gran reacción
Nada más regresar al verde quiso el Dépor activar a la grada. Lo hizo a través de Olaya. Aunque su disparo parecía llevar más potencia de la necesaria, se desvió levemente en el último momento y rozó el poste. Avisaban las de Fran Alonso. Y replicaban las de París. Porque Érika estrelló un chut lejano en el larguero.
Y entonces, resurgió la de siempre y brilló en una jugada coral. Apareció Ainhoa Marín para, primero, firmar una gran pared con Olaya y, posteriormente, poner un centro picado. Lo cazó a la perfección Marisa, que con un derechazo superó a Coronado. Se quitaba un peso de encima el Dépor, que cambiaba el rumbo del encuentro.
Estuvo cerca de redondear su partido Pizarro con un gol olímpico. No lo logró y alcanzó el rechace Olaya, pero se topó con una defensora. Seguía mandando el Dépor y seguía creciéndose una Ainhoa que tuvo muy cerca el gol de la tranquilidad hasta en dos ocasiones. Protegida por Alonso, no fue capaz de finalizar cómodamente. Y, un par de minutos después, remató a contrapié en el segundo palo, obligando a Coronado a esmerarse.
Con la entrada de Millene y Michi Apóstol ganó más presencia ofensiva el Dépor. Así lo plasmó la venezolana con un centro atrás para Olaya, que no acomodó bien el cuerpo y terminó mandando el balón muy desviado.
Pecó de no cerrar el partido el cuadro de Fran Alonso, que tuvo que hacer frente a un pequeño arreón final del Levante, que avisó hasta en tres ocasiones a través del balón parado. Resistieron las locales ante un inofensivo rival; brillaron Pizarro y Ainhoa Marín; se salvó Fran Alonso y el Dépor volvió a sumar de tres. Primer objetivo, conseguido. Ahora, toca crecer en el verde.