Laurina, jugadora del Deportivo femenino: «Con 17 años, un psicólogo me ayudó a gestionar situaciones para las que no estaba preparada»

Iván Antelo A CORUÑA

DÉPOR FEMENINO

MIGUEL MIRAMONTES

«Mi abuelo jugó en el Orzán; a mi abuela le hizo mucha ilusión que fichara aquí», dice

29 dic 2023 . Actualizado a las 17:55 h.

No es fácil encontrar a un futbolista, independientemente de su género, que sepa expresarse con sus palabras tan bien como lo hace Laura Gutiérrez Sáenz de Santa María (Luanco, 2000). Laurina es seguramente el fichaje estrella del Dépor Abanca para esta temporada, que arranca este domingo (11 horas) en el campo del Europa en Barcelona. Su llegada a A Coruña llega cinco años tarde, pero basta con escucharla para entender que se ha producido en el momento adecuado.

—¿Cómo lleva sus primeras semanas por A Coruña?

—Muy feliz. Los del norte siempre estamos bien en el norte [se ríe]. Estoy muy a gusto y la adaptación a la ciudad y al equipo están siendo buenos. Ya echaba de menos el olor a salitre. Los dos últimos años estuve muy cómoda en Sevilla, el sur me conquistó el corazón, pero como el norte no hay nada.

—¿Cómo fue su fichaje? Deja la Liga F, pero a cambio está más cerca de casa.

—Desde siempre, el Dépor me pareció un club espectacular por su metodología y, sobre todo, por cómo cuidan a sus futbolistas. Ya me fijaba en eso en mis tiempos del Oviedo Moderno, cuando nos enfrentábamos a ellas. Desde fuera, llamaba la atención. Y siempre tuve la espinita clavada de poder defender este escudo y de disfrutar del fútbol en A Coruña. Así que vi la oportunidad al terminar la Liga con el Betis. Desde el Dépor se mostró muchísimo interés por mí y a mí me apetecía mucho. Me ilusionaba el proyecto y no me lo pensé dos veces. Mi decisión estaba tomada antes de saber si el Dépor ascendería o no. Sabía que quería venirme para aquí y al final se hizo posible. Así que muy feliz.

—Iris, María Méndez, Henar, ahora usted... Son unas cuantas haciendo el camino desde Oviedo.

—Sí, y, por lo que se vio y por los que se ve, nos va muy bien aquí. Así que seguro que estaremos mucho tiempo y que vendrán algunas otras.

—¿Habló con alguna de ellas antes de fichar por el Dépor?

—Sí, sobre todo con Henar, porque al final es la que está aquí y es la que lo vive ahora desde dentro. Yo lo tenía bastante claro, pero, después de hablar con ella, todavía más. Y no se equivocaba en lo que me decía. Aquí nos cuidan muchísimo, somos totalmente profesionales y se miman todos los detalles. Da gusto, porque al final disfrutas de tu trabajo y te lo ponen fácil.

—Ya empieza la Liga.

—Sí. Y espero que sea una temporada muy intensa y, para nosotras, muy regular. Sé que tendremos partidos mejores y otros no tan buenos, pero ojalá podamos disfrutar mucho y optar a subir a Primera División.

—Salvo Laura Fernández, el resto de titulares de la pasada temporada siguen en el equipo. ¿Eso se lo complica más para jugar?

—Sí, pero eso también es de agradecer. Entre nosotras va a haber mucha competitividad sana y eso es lo que hace que una futbolista no se relaje. Saber que al lado hay una compañera que está apretando, hace que al final beneficie al equipo, que tendrá más cartas para elegir, sabiendo que todas son buenas. Que en todas las posiciones haya competitividad es muy positivo.

—¿Por qué se le dio por jugar al fútbol?

—Sinceramente, no lo sé. Nací con un balón pegado al pie. Supongo que me vendrá por mi abuelo, que es el único de mi familia que jugó al fútbol, cuando era joven. Desde muy chiquitita supe que era lo que quería hacer.

—¿Su abuelo?

—Sí. De hecho está la anécdota de que jugó en el Orzán, hace ya muchos años. No llegó a profesional, pero lo hizo a buen a nivel.

—¿El Orzán?

—Sí. Mi padre tiene fotos suyas guardadas jugando aquí. Cuando fiché por el Dépor, a mi abuela le hizo todavía más ilusión que viniera yo aquí [se ríe]. Cosas del destino. Él fue capitán de la Marina Mercante y, siendo joven, lo compatibilizó con el fútbol.

—¿Cuándo se dio cuenta de que podría dedicarse al fútbol?

—Con 15 años, cuando en cuestión de meses me llamó por primera vez la selección española y fiché por el Oviedo Moderno. Pasé a jugar en un equipo femenino y un club pionero en Asturias y ya me lo tomé más en serio.

—¿Cómo lo hizo para asimilar todo el éxito siendo tan joven?

—Tengo la suerte de tener a unos padres que siempre me educaron para ser humilde, para ganarme las cosas y para no subirme a la parra cuando me iba bien. Tuve mucha fortuna de que me apoyaran desde mis inicios y de que, además de felicitarme cuando las cosas me iban bien, también me hicieran ver que había que seguir trabajando. Y luego, también es cierto que desde pequeña trabajo con un psicólogo deportivo, que es algo muy necesario para nuestras vidas.

—¿Cómo fue lo del psicólogo?

—Con 17 años, se me abrió la oportunidad de irme por primera vez de casa, de Oviedo. Concretamente, me pude haber venido al Dépor, o al Eibar, y a la vez pasaba a la Universidad. Eran muchos cambios en mi vida y, con mi familia, vimos que me podía ayudar a gestionar situaciones que estaban pasándome y no hacerlo yo sola, porque quizá no estaba preparada para ello. Desde entonces estoy trabajando con él y es de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

«Pude venir en el 2018, pero no estaba lista para irme de casa, no me veía sola»

Laurina explica por qué no firmó por el Dépor hace cinco años.

—¿Qué pasó para que Pablo Pereiro y Manu Sánchez no fueran capaces de convencerla para fichar por el Deportivo en el 2018?

—Estuvieron a puntito [se ríe]. Les faltó muy poquito, pero, por aquel entonces, el Oviedo y el cuerpo técnico que teníamos, a mí me tiraba mucho. Yo estaba en mi casa y era consciente de que se venían muchos cambios en mi vida. Por pequeños detalles decidí quedarme. Pero bueno, años después, aquí estoy.

—Quizás no estaba preparada para dar el paso de salir de su entorno.

—Es que ese fue el principal motivo. Yo no me sentía preparada para irme de mi casa. No me veía sola en un sitio. Todavía necesitaba madurar, en ese sentido. Tres años después, cuando apareció el Betis, ya sí que ni me lo pensé. Ya oía algo dentro de mí que me decía: «Es hora de irse».

—Habrá huelga en la Liga F. ¿Qué le parece?

—Nunca sale el sol del todo. Tenemos que estar luchando siempre contra viento y marea. Todo sea por conseguir una liga digna y profesional, de verdad. Ojalá dentro de unos años ya esté todo estable y asentado.

—La nueva seleccionadora es Montse Tomé.

—La conozco de toda la vida de verla por los campos de Asturias y la tuve de seleccionadora en las categorías inferiores de España. Era un cambio necesario. Es muy cercana, tiene claro a lo que quiere jugar y espero que le vaya todo bien.