La última visita del equipo coruñés a la localidad gerundense se produjo en plena lucha por el ascenso y el resultado dejaba pesimista a Arsenio
01 dic 2015 . Actualizado a las 21:08 h.Hace 24 años que el Deportivo no pasa por Palamós, aunque sea en este caso para enfrentarse a la Llagostera. Es tan excepcional la cita de Copa del Rey, y en principio desequilibrada, que el club catalán se permitió el lujo de promocionar la visita del equipo coruñés como toda una atracción para los aficionados al fútbol. Una campaña que recuerda a Bebeto, Valerón, Rivaldo, Djalminha, Makaay, Donato y al único futbolista que vieron en directo: Fran.
Entendràs per què no et pots perdre un partit de futbol com aquest. https://t.co/IpbDSxPyxu #HISTÒRIAaPalamós ?? pic.twitter.com/qj7gd2DBiy
? Llagos-Costa Brava (@UELlagostera) noviembre 24, 2015Un 19 de mayo de 1991, el Deportivo jugaba en el Municipal de Palamós no ante la Llagostera, sino ante el equipo local. Era la jornada 35 de Liga en Segunda división, y el equipo entrenado por Arsenio Iglesias defendía la segunda plaza en la tabla, la que daba el ascenso directo después de un largo período de penurias. Ante el Palamós, un equipo con problemas para mantener la categoría, el Dépor necesitaba sumar dos puntos, porque después le quedaba por delante dos duelos directos con el Lleida y el Murcia en el final de la Liga.
El resultado, 1-1, dejó muy frío al Dépor. Por no decir pesimista. Según se recuerda en la crónica del enviado especial de La Voz Xosé Mejuto, Lendoiro «murmuraba pocos minutos antes del comienzo del partido: 'Ya no hay tiempo para reaccionar. Una derrota nos dejaría fuera del ascenso directo'. La tensión se percibía en el vestuario blanquiazul». «El Deportivo obtuvo un discreto empate (...), un escuálido balance para un equipo de sus aspiraciones. El partido se abocó desde el primer minuto al empate, el único desenlace lógico para un duelo disputado sin asomo de ambición», presentaba el cronista.
El local Jordi adelantaba al Palamós poco después del descanso, pero Arsenio sustituyó a Kanatlaroswski (puntuado con un 0: «No supo ordenar el juego de su equipo. Se perdió en un numerosos regates innecesarios») por Aspiazu y entre el vasco y los hermanos González Pérez revitalizaron el juego del Dépor. Un pase de Fran a Villa acabó con derribo en el área. Gil marcaba el 1-1 definitivo a poco del final. «La afición local atribuyó en exclusiva el empate a la actuación del colegiado, dedicándole gruesos calificativos. Acusaciones fuera de tono y alusiones a los maletines de turno atronaron el ambiente», recoge la crónica de La Voz.
Arsenio estaba disgustado. «Todo está muy complicado. Vamos a ver qué pasa. No podemos bajar los brazos y, desde luego, sólo si luchamos hasta el final, podremos cubrir nuestros objetivos. El Palamós nos dominó territorialmente en la primera parte, pero en la segunda lo superamos en líneas generales. El Deportivo, incluso, tuvo 20 minutos brillantes, en los que pudo haber desequilibrado el partido», decía en la rueda de prensa. Su colega del banquillo rival valoraba el punto que le acabaría valiendo la permanencia al Palamós. «Entre Aspiazu y Villa nos hicieron un lío. Ellos dos permitieron al Deportivo remontar un partido que tenían prácticamente perdido. Es un equipo con hechuras de Primera. Individualmente tiene, sin duda, a los mejores jugadores de la categoría», alababa Alfonso Barasoain.
Los jugadores del Dépor salieron del Municipal de Palamós cabizbajos, por el juego, por el resultado y los marcadores de la jornada. El Albacete ganaba en Jerez y desbancaba del segundo puesto a los coruñeses, mientras el Murcia goleaba 6-1 al Rayo Vallecano. «Es inútil hacer pronósticos. La liga está loca y todo puede ocurrir. Este es un campeonato sumamente abierto y nadie puede despistarse lo más mínimo», pedía un prudente Albístegui. Por su parte, Sabín Bilbao reconocía que en Palamós el Dépor anduvo «algo perdido en la primera parte». Y Stojadinovic iba más allá: «Estoy convencido de que con nueve positivos será suficiente para ascender a Primera. Si ganamos al Levante, lo habremos conseguido». Acertó Stoja, porque el Dépor ganaría al Levante antes de la mítica tarde de Riazor ante el Murcia.
Así jugaron los equipos aquel día:
Palamós: López; Esteban, Juanjo, Guitart, Quique, Costa, Jordi, Cándido, Sixto (Corominas, m. 46), Mir y Angel.
Deportivo: Yosu, Djukic, Sabin Bilbao (Antonio, m. 87), Albístegui, Lasarte, Kana (Aspiazu, m. 52), Villa, José Ramón, Stoja, Fran y Gil.