El portero del Atlético ha encajado 12 goles y amenaza el récord que ostenta Liaño con 18 desde la temporada 93/94
10 mar 2016 . Actualizado a las 17:08 h.Es una razón más para que el Deportivo intente el asalto al Vicente Calderón; intentar preservar el espectacular récord de Paco Liaño que sigue vigente tras más de dos décadas.
El portero cántabro Paco Liaño mantiene desde la temporada 1993-1994 el récord de guardameta menos goleado tras una espectacular temporada como herculino, en la que encajó solamente 18 goles en treinta y ocho jornadas. Desde entonces, nadie ha conseguido batir la marca de Liaño y aquel Deportivo de Arsenio Iglesias. Claudio Bravo lo cercó la temporada pasada, cuando el guardameta del FC Barcelona llegaba al ecuador de la competición con tan solo nueve goles encajados. Finalmente, el chileno acabó recogiendo el balón de sus redes 21 veces, por lo que el Deportivo y Liaño mantuvieron intacta su hazaña.
Un año después, el gigante esloveno Jan Oblak vuelve a rodear de incertidumbre la ostentación del récord de Liaño. El guardameta del Atlético de Madrid está completando una extraordinaria temporada, en la que lleva encajados tan solo doce goles en 28 jornadas.
El fenomenal trabajo defensivo del equipo de Simeone y el enorme talento del joven guardameta están propiciando que Oblak amenace de manera seria los brillantes números que firmó Liaño. A falta de diez jornadas para el final, el esloveno tiene seis goles de margen para batir la hazaña del exportero del Dépor y todo ello con un calendario propicio para el Atlético, que ya ha jugado contra los grandes equipos del campeonato; Deportivo, Sporting de Gijón, Betis, Espanyol, Granada, Athletic, Málaga, Rayo, Levante y Celta son los rivales que le esperan.
En el partido de la primera vuelta, Lucas Pérez ya batió a Oblak en Riazor, tras un grave error del uruguayo Giménez y una fenomenal definición del coruñés, que regateó al portero del Atlético para poner el 1-1 que a la postre sería definitivo.
Un récord para la historia
Aquel récord de Liaño se produjo en la histórica temporada en la que el Deportivo se quedó a las puertas del título con el penalti errado por Djukic ante el Valencia en la última jornada.
Era un Deportivo brillante en ataque y enormemente solvente y sobrio en defensa. Arsenio Iglesias había diseñado un Dépor solidísimo con una defensa de cinco hombres, compuesta por tres centrales (Ribera, Djukic y Voro) y dos carrileros de largo recorrido (López Rekarte y Nando), con los brasileños Donato y Mauro Silva como mediocentros.
El resultado fue un equipo compacto que al término de la primera vuelta solamente había encajado seis goles, una solidez que le permitía al equipo liderar el campeonato por delante del FC Barcelona. Liaño encajó su primer gol aquella temporada en la jornada cinco y llegó a encadenar ocho partidos consecutivos (desde la jornada 11 hasta la 19) sin recibir ningún tanto. Su último gol lo recibió en la jornada 32 precisamente ante el Atlético de Madrid.
Los números globales de Liaño fueron de 18 goles encajados en 3.420 minutos de juego, el guardameta no se perdió ni un minuto aquella temporada jugándolo absolutamente todo. Veintidós años después, el Deportivo puede poner su granito de arena para que el nombre del club y el de Paco Liaño sigan perteneciendo a la historia. Para ello, los de Víctor Sánchez viajarán al Calderón para lograr los tres puntos y poner a prueba los espectaculares números de Jan Oblak.