Bebeto: «Con la torçida así, podemos darle la vuelta. Tenemos que creer. ¡Vamos!»

HEMEROTECA

Lois Balado

Bebeto recuerda su pequeño discurso a sus compañeros en el descanso del histórico Deportivo - Real Madrid de hace 25 años, que supuso el nacimiento del Superdépor

02 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tarde noche del 3 de octubre de 1992. La Década Prodigiosa se prepara para actuar en La Flor de Montouto. Dos mil pesetas costaba la entrada. En los canales de televisión competían Mari Carmen y sus muñecos con 55 días en Pekín. A Coruña había vibrado 24 horas antes con Burning y Rosendo en el Coliseum, mientras se debatía sobre la construcción de ocho nuevos aparcamientos subterráneos. Entretanto, en Ferrol, el OAR y el Breogán dirimían sus diferencias en la ACB, categoría en la que también militaba el Coren Ourense. Éxito gallego en básquet. Y, en medio de todo esto, en el deporte rey español, el fútbol, el líder de Primera recibe al Real Madrid.

Los 28.000 aficionados que aquel día llenaron las gradas del estadio municipal de Riazor no eran conscientes de que estaban a las puertas de ser protagonistas de un hecho histórico. El Dépor, que un año antes se había salvado del descenso en la promoción contra el Betis, había cuajado un sensacional inicio de temporada ganando sus cuatro primeros partidos y ese 3 de octubre iba a convertirse en el Superdépor.

Aquel partido suponía una especie de prueba del algodón de un equipo que había sorprendido en el inicio liguero. «El examen real del líder», titulaba su previa del partido La Voz de Galicia. Y la reválida no empezó bien. A los 25 minutos, el Real Madrid ya ganaba por 0-2 gracias a los tantos de Hierro y Zamorano. Poco tiempo para tanto premio para un Real Madrid que no estaba siendo tan superior a los coruñeses. «En cuatro minutos nos marcaron dos goles. Fue un mazazo, pero supimos sobreponernos», recuerda Bebeto, quien minutos después se convertiría en el gran protagonista de aquella remontada. Y es que el bahiano logró reducir distancias en el marcador antes del descanso, algo que hizo reactivar un estadio de Riazor, que se había quedado algo helado tras los goles visitantes.

Bebeto fue líder en el campo y en el vestuario. Su discurso en el descanso resultó motivador. Veinticinco años después, el brasileño lo recuerda: «Había hecho el 1-2 unos minutos antes y cuando entré en el vestuario no me lo pensé. Me dirigí a mis compañeros para que vieran que éramos capaces y que la gente nos ayudaría: ‘Con la torçida así, podemos darle la vuelta. Tenemos que creer. ¡Vamos!’. Fue algo así lo que dije, porque yo estaba convencido de que podíamos. De que si salíamos decididos podíamos ganarle al Madrid o a cualquiera. Además, el campo estaba entregado a nosotros. No podíamos fallarle a esa gente», recuerda todavía emocionado el ídolo de la hinchada blanquiazul.

Olés y despiste

Fran, el capitán, recuerda el ambiente enorme y que los olés del público, que tanto molestaban a Arsenio, habían resultado dañinos aquel día, pues en medio de ellos, él perdió un balón que costó el primer gol al Dépor. Y con el segundo, desvela que «pensamos en la remontada del Tenerife y nos dijimos que con aquel ambiente, todo era posible». Y lo fue, el 11 del Dépor marcó el segundo a pase del 10 y Rocha, en propia meta, hizo el tercero. Remontada.

Bebeto cree que aquel partido resultó clave en el futuro del Deportivo porque «nos dimos cuenta de eso que decíamos en el vestuario, de que si queríamos y nos lo creíamos, éramos capaces de ganarle a cualquiera. Había que ir partido a partido, con humildad y trabajo, pero sin sentirse inferiores a nadie. Y se demostró una semana después, que vino el Barça y también lo derrotamos. Empezamos a pensar a lo grande, jugamos a lo grande y ganamos a lo grande», rememora el artillero deportivista, que aquella temporada haría 30 goles (los organizadores del torneo pichichi solo le reconocieron 29, porque no dieron un gol olímpico) y se convertiría en el máximo artillero del campeonato en su debut en la Liga española.

Ficha técnica:

Deportivo: ?Liaño, López Rekarte, Albistegi, Djukic, Ribera, Nando, Mariano (Aldana, min 30), Mauro Silva, Fran, Claudio (Mújica, min 85) y Bebeto.

Real Madrid: Jaro, Sanchís (Alfonso, min 66), Rocha, Nando, Lasa, Míchel, Hierro, Prosinecki, Villarroya, Luis Enrique y Zamorano.

Goles: 0-1, min 21: Hierro; 0-2, min 25: Zamorano; 1-2, min 35: Bebeto; 2-2, min 65: Bebeto; 3-2, min 80: Ricardo Rocha, en propia puerta.

Árbitro: Marín López (C. Riojano). Mostró amarilla a Albistegi, Claudio y Mauro Silva, por el Deportivo; y a Prosinecki, Sanchís, Lasa y Nando por el Madrid. Además, Rekarte vio la roja por doble amonestación.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la quinta jornada de la Liga 1992-93.