El Concello reconoce que no sabe si podrá licitar «parte da obra» de la cubierta de Riazor este año

La Voz REDACCIÓN

ZONA BLANQUIAZUL

Paco Rodríguez

El alcalde pretende afrontar una renovación «ambiciosa» en la que gastar «un pouco máis de diñeiro»

21 sep 2016 . Actualizado a las 18:25 h.

La renovación de la cubierta de Riazor sigue trayendo cola. El Deportivo  ya asume que los agujeros en el techo del estadio tardarán varios inviernos en repararse y los socios seguirán mojándose. El retraso en la licitación de la obra por problemas en la concesionaria no tiene visos de solucionarse. En ese sentido, el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, manifestó este miércoles que no sabe si se podrá licitar al menos «parte da obra» antes de que termine el año, y habla de un proyecto más ambicioso y de mayor gasto económico.

«Optamos por un proxecto máis ambicioso, que dea vida ás cubertas durante máis anos, e esperamos facelo no mínimo tempo posible, tendo en conta a envergadura da obra e os tempos da administración. Ao mellor é conveniente, cun pouco máis de diñeiro, unha actuación doutro tipo, cunha cuberta nova no canto de parchear Tribuna e Preferencia», afirmó Ferreiro.

«Aínda que os prazos anunciados se dilatarán, teremos un proxecto en condicións e como é debido», abundó el alcalde coruñés, que incidió en que la seguridad en el estadio está «garantida». La intención de Ferreiro, sin poder concretar más que sun deseo, es que, «polo menos, unha parte da obra estea licitada antes de final de ano».

El mal estado de la cubierta no es un asunto nuevo. De hecho, en la primera reunión mantenida entre el club y el Ayuntamiento a la llegada de Tino Fernández a la presidencia, el entonces alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, había anunciado la inversión de 3 millones de euros en el arreglo de la cubierta ante el peligro de derrumbe. Según el convenio que rige la cesión del estadio al club, la reparación es responsabilidad del Ayuntamiento.

Dos años después, la obra estaba licitada y adjudicada, con partidas presupuestarias ya cerradas (1,2 millones para el 2015 y 1,6 para el 2016). De hecho, la empresa adjudicataria se había instalado en el campo municipal, pero la obra nunca comenzó. Ahora, a falta de confirmación oficial, todo indica que los responsables municipales y Dragados se han liberado definitivamente de su compromiso. Por este motivo, se vuelve a correr el riesgo de que esta reforma largamente demandada, y por fin comprometida, retorne de nuevo al cajón de los asuntos pendientes. Mientras tanto, el Deportivo apenas dispone de capacidad de maniobra.

Además, el retraso en el arreglo de la cubierta de Riazor podría repercutir en la economía del Deportivo como consecuencia de las deficiente iluminación que presenta el estadio municipal blanquiazul.  Hasta que la obra no esté finalizada, la entidad que preside Tino Fernández no puede acometer el cambio de la iluminación en tanto en cuanto esta iría sobre la nueva cubierta. Mientras, tendrá que seguir tirando con la luz que hay, que no reúne los requisitos marcados en el Reglamento de Retransmisiones Televisivas de la Liga. De hecho, Riazor se encuentra «entre los tres o cuatro estadios de la Liga con peor iluminación».