
El congreso fue cerrado por el coronel Vasco Lourenço, militar implicado en la revuelta Más de 20 profesores lusos debatieron en Vigo sobre el incruento golpe de estado de 1974
17 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.El 25 de abril de 1974, un grupo de militares portugueses, a los que se adhirió de forma inmediata y entusiasta la población civil, acabó con la dictadura salazarista que padecía Portugal desde hacía cuarenta y dos años, y abrió el camino hacia un régimen democrático. Dentro de unos días se cumplirán treinta años de aquella incruenta revolución, cuyos elementos simbólicos fueron los claveles que portaban las bocachas de los fusiles sublevados y la canción Grandola, vila morena de José Afonso. Con tal motivo de celebración, la sede viguesa del Instituto Camoes celebró ayer un congreso conmemorativo de la Revolución de Abril, al que asistieron más de una veintena de expertos portugueses en el tema. La jornada fue abierta por Adriano Moreira, catedrático de Ciencias Sociales y Políticas, que realizó una exposición sobre lo que han sido estos treinta últimos años de democracia en el país vecino, una democracia ganada por los portugueses tras el 25 de abril de 1974. Posteriormente, se entabló una mesa redonda que afrontó el debate de las causas del evento histórico. En este debate participaron los historiadores José Medeiros Ferreira, Fernando Rosas y Antonio Reis, mientras que la moderación recayó en el profesor de literatura portuguesa de la Universidade de Santiago, Elias Torres Feijó. Las causas Los tres historiadores lusitanos fueron aportando datos acerca del porqué de la revuelta de los capitanes, los acontecimiento sobrevenidos en los días posteriores al alzamiento y las consecuencias que tal hecho significaron para la vida actual de los portugueses. Ya en las sesiones de la tarde, el acontecimiento fue examinado desde otras perspectivas. Así, se abrió una nueva mesa redonda que apuntalaron tres periodistas, Diana Andringa, Mario Bettencourt Resendes y Mario Mesquita, bajo la moderación del profesor de la Universidade de A Coruña, Carlos Paulo Martínez. Diana Andringa explicó en qué había afectado la revolución a la profesión periodística en Portugal. Por su parte, el director del periódico portugués Diario de Noticias, Mario Bettencourt, se explayó sobre la libertad de expresión en tiempos ya democráticos, para concluir Mario Mesquita con la visión que del hecho tuvieron en los periódicos francófonos. La última mesa redonda reunió a tres escritores, José Jorge Letria, Manuel Alegre y Joao de Melo, quienes evocaron sus visiones subjetivas de la revolución. La conferencia que cerró el congreso estuvo protagonizada por uno de los capitanes que se sublevaron contra la dictadura que había sobrevivido a la muerte del propio Antonio Oliveira Salazar. El coronel Vasco Lourenço habló de aquella histórica jornada, en la que un grupo de militares dieron la cara por la consecución de las libertades sociales y políticas para todo el resto de sus compatriotas. Al finalizar el encuentro, los congresistas participaron en una cena de cierre de sesión.