Bien pegado a la tierra vive Pablo Giráldez, O Pastor. Después de seis años enfrascado en su peculiar «Almanaque Agrícola», el artista redondelano ha decidido poner el punto y final a una etapa. Lo hará mostrando en una exposición, que se abrirá mañana al público, parte del trabajo realizado durante este tiempo.
Dicen las personas que han tenido la oportunidad de contemplar la colección, que impacta al primer golpe de vista. Será por el tamaño de los cuadros (grande donde los haya), por los vivos colores o por la técnica empleada, muy próxima al grafismo publicitario. No menos impactante va a ser el desembarco en Vigo.
Lejos de cualquier convencionalismo al uso, Pablo Giráldez trasladará la obra desde su Redondela natal, que es también donde tiene su estudio, a bordo de un tractor que él mismo conducirá. Saldrá de buena mañana de casa para poder llegar a la sala de exposiciones en los límites horarios que fija la normativa sobre carga y descarga. O sea, antes de las diez.
Va a ser un número contemplar como estaciona un chimpín en pleno centro de Vigo. Pero es que de eso se trata, de llamar la atención.
Los integrantes de Marinetea, la asociación que agrupa a antiguos marinos de la Armada, están convencidos de que sería un escenario magnífico. Dice Carlos Pérez, su presidente, que llamarán a las puertas que sea necesario para conseguirlo. Y en eso están.
Ayer, sin ir más lejos, aprovecharon un encuentro con el alcalde para recordárselo. Iban a pedirle un local social, a poder ser en las instalaciones de la antigua Etea, en el que reunirse y organizar actividades pero, de paso, colaron la otra petición. Salieron contentos porque Caballero se comprometió a tenerles en sus oraciones en ambas vertientes.
Claro que más contentos se pondrán si, finalmente, el cartero les trae la carta que esperan. Y es que en esa determinación suya de llamar a todas las puertas, han ido directamente a la cabeza. Sí, aprovechando su presencia en Marín el pasado 16 de julio, se lo pidieron en vivo y en directo a José Antonio Alonso. Tanto el ministro como el almirante Mayor Zaragoza, también presente en la tradicional entrega de despachos, les invitaron a poner por escrito su petición. Les faltó tiempo para hacerlo, de ahí que ahora estén tan pendientes del cartero.
Puestos a pedir, quieren que en esa futura exhibición, no falte el portaviones Príncipe de Asturias ni una unidad anfibia (el Galicia sin ir más lejos) realizando un simulacro de desembarco en Samil. Lo dicho, están a la espera de respuesta. Quien sabe si el ministro Alonso ha tenido oportunidad de madurar la idea a pie de obra durante las vacaciones que está pasando en Vigo. A ritmo de rock. Así fue como Antonio Barros se adjudicó el primer premio del concurso internacional de karaoke de Salvaterra. Quién sabe si este joven de Mos no habrá dado el primer paso para compartir un día escenario con los triunfitos. De momento con el que lo hizo (de mentirijilla) fue con Miguel Ríos. Y es que fue el Bienvenidos del granadino el que le aupó a lo alto del podio.
Antonio Barros, que era uno de los benjamines de esta edición, se metió en el bolsillo no sólo al público sino también al jurado. «No me lo esperaba», fueron sus primeras declaraciones. También dijo que su intención es dedicarse profesionalmente al mundo de la música, y que fue su abuelo el que le metió el hormiguillo en el cuerpo cuando apenas tenía cuatro años.
Como quiere que la fama le pille trabajando, canta en el trío Tres (no se curraron mucho el nombre) y en la coral O Son dos cantares de Tameiga.
Georgie Dann no actuará el próximo día 26 en Nova Olimpia. No será porque Alejandro Fernández Figueroa no lo haya intentado, pero llego tarde. El rey de la canción del verano ya tenía la agenda repleta cuando le llamó el empresario. No es que éste tuviera un ataque de falta de previsión, sino que no sabía qué día exacto se cerraría la emblemática discoteca. Cuando lo supo y levantó el teléfono para hablar con el representante del cantante ya era tarde.
El objetivo era cerrar como empezaron, ya que fue Georgie Dann el que subió el telón de la por entonces mayor discoteca de Galicia. Hace 34 años. Como eso no ha podido ser, han decidido no cobrar entrada desde el pasado viernes. Y bajar el precio de las consumiciones. Un detalle.