Raúl López, vicepresidente del Celta además de presidente del Breogán de baloncesto no confirma su salida del club, pero su declaración no deja lugar a equívocos: «Cuando una persona no está aportando nada lo mejor es dejarlo, y yo por desgracia desde hace tiempo no puedo aportar nada porque mi vida es cada día más complicada. Cuando estás en una directiva debes estar en cuerpo y alma».
Raúl López reconoce que se ha ido distanciando del Celta desde hace tiempo «porque tengo una empresa y un club que atender». De hecho, declinaba la invitación a valorar la salida de Julio César Silveira por no conocer oficialmente su decisión. Sí comentó que «con su marcha se pierde un gran celtista y una persona muy capacitada a la que me une una gran amistad personal».
Preguntado por la situación del Celta, sostiene que deporte y economía van de la mano. «Es como un efecto reflejo», dice, y no le duelen prendas en aceptar que el proyecto ha fracasado y que una vez finalice la Liga -«porque ahora lo más importante es salvar al equipo»- todo el mundo debe reflexionar y buscar soluciones de cara al futuro. «Todos cometemos errores y en este caso está claro que algo ha fallado, por eso debemos ser humildes y reflexionar sobre lo sucedido para buscar soluciones».