Un grupo amordazó al empresario Salvador Fernández en Ponteareas y otro desvalijó el chalé de Soto
VIGO
La policía sigue la pista de dos grupos de delincuentes que asaltaron chalés de conocidos residentes de la comarca viguesa entre octubre y noviembre. Tras esta oleada de golpes en viviendas unifamiliares y urbanizaciones, que la policía atribuyó a bandas itinerantes, esta semana se ha producido un aumento de los asaltos con escopetas recortadas y pistolas a negocios de Vigo y su área. El botín proviene de gasolineras, estancos o restaurantes. La diferencia es que estos últimos actos delictivos parecen ser obra de pandillas juveniles de Vigo y su entorno.
La alarma saltó el 25 de octubre en Ponteareas debido a la relevancia social de la víctima. Se trataba del padre del presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, Salvador Fernández Troncoso, de 92 años. Tres semanas después, la alerta se volvió a disparar. Galicia entera estaba conmocionada por el violento robo que sufrió en su casa la diseñadora Kina Fernández en Oleiros. En las mismas fechas, otra banda asaltó el chalé del ex alcalde de Vigo Manoel Soto y retuvo a una de las hijas del político mientras se llevaron todo lo de valor. Días después, un político de Pontevedra vio cómo desvalijaban su vivienda.
La subdelegación del Gobierno considera que los asaltantes de la casa del empresario en Ponteareas están identificados y su arresto está próximo. En aquel caso, dos encapuchados esperaron en el jardín al empresario, lo amenazaron con pistolas, lo ataron a una silla y registraron su casa sin hallar dinero ni joyas. Tenían controlada a su víctima, un nonagenario que seguía con la rutina de viajar a su despacho en Vigo en su propio coche. Era el presidente honorario del concesionario que fundó. Los individuos saltaron la tapia y lo esperaron en el jardín. No le hicieron daño.
A mediados de noviembre, otra banda itinerante de tres o cuatro encapuchados asaltó el chalé del ex alcalde vigués y de su esposa, la decoradora Puri del Palacio. Estos residen en en la parroquia de Bembrive. El grupo esperó en el jardín la llegada de una de las cuatro hijas del ex regidor y la tomaron como rehén. Estuvo retenida en un aseo mientras los ladrones registraban la casa. Reventaron la caja fuerte y buscaron joyas en los cajones. No hubo violencia. Su botín oscila entre 1.000 y 4.000 euros. La víctima les notó un acento extranjero, probablemente del Este, pero la policía no ve tan claro su origen porque entre ellos hablaban castellano.
La vivienda está protegida con doble alambrada y altos setos, y el acceso es complicado desde las fincas cercanas. Para localizar el domicilio, situado en el alto de una curva, hay que ir a tiro fijo porque en ese valle hay cientos de casas unifamiliares, la mayoría humildes. El portalón de entrada a la vivienda está ubicado en un estrecho y rústico callejón. Los vecinos no vieron ni oyeron nada.
Los asaltos en las viviendas de las comarcas han continuado en días posteriores. El 18 de noviembre, unos ladrones asaltaron una casa en la urbanización San Antoniño de Mos, pero, según algunas fuentes, huyeron sin botín. El siguiente robo ocurrió la misma semana en una casa cerca de Samil, donde los delincuentes practicaron un boquete. No se llevaron nada. La familia estaba de viaje. En otro asalto, el ladrón se cruzó al salir con el hijo del dueño en el portal de la casa.