Javier Guerra es un triunfador en el mundo de los negocios, un hombre hecho a sí mismo que ha levantado su imperio de la nada hasta convertirse en uno de los empresarios más importantes de la península en el sector textil.
Hijo de un portugués casado con una gallega, comenzó su actividad profesional en el aserradero familiar de O Vao. Quienes le conocen admiran su capacidad para oler los negocios. Su marca El Niño es una prueba de su visión empresarial. Aquel muñeco que hacía surf en el que se fijó un día en una tienda hippie de Tarifa es hoy en día el símbolo de una de las marcas de ropa más apreciadas por los jóvenes.
Ningún banco creyó en su idea de negocio y hoy en día presume de su éxito empresarial sin haber tenido que pedir ni un solo crédito.
Como concejal de Hacienda en el anterior gobierno de Corina Porro en Vigo también demostró ser un gran gestor, al conseguir eliminar el déficit de las arcas municipales, rebajar el absentismo laboral a niveles desconocidos hasta entonces y aumentar las inversiones municipales gracias a una política de ahorro eliminando gastos supérfluos.
Además de diputado del PP en el Congreso y de representar numerosas marcas de moda, es presidente de El Secreto del Mar, consejero delegado de la industria de calzado Kechers. También fue director general de Nike, Alfinco y estuvo al frente del departamento comercial de Camper.