La gestación del proyecto Finca do Conde se inició en el mandato de Manuel Pérez (1995/99) y posteriormente empozoñó la vida política municipal hasta la actualidad. Estas son algunas de las claves de este polémico plan urbanístico
1Gestación a mediados de los noventa. El alcalde del PP Manuel Pérez aprobó este plan especial pese a la oposición de una Xunta gobernada por su partido, que incluso llegó a presentar recursos judiciales.
2Fracasa el intento de anulación. El nacionalista Lois Castrillo llegó a la alcaldía en 1999 con la voluntad expresa de anular este proyecto. Para ello necesitaba el aval del Consello Consultivo, al que consultó el Concello. Su informe negativo provocó que el proyecto siguiera adelante en lo que fue un error clamoroso.
3Viraje de los nacionalistas. Aunque no se reconoció nunca oficialmente, tras esta decisión el BNG permitió avanzar el proyecto, para disgusto de los socialistas, y siempre con la colaboración del PP.
3Los años más tensos: 2003/2007. El socialista Pérez Mariño llegó a la alcaldía con la intención expresa de impedir la concesión de licencia. Lo intentó junto a su concejal de Urbanismo, Mauricio Ruiz, pero el PP, con la disimulada colaboración del Bloque, lo impidieron. Seis meses después gobernaba Corina Porro (PP) tras romperse el gobierno PSOE-BNG.
4El momento de las licencias. Porro gobernó en minoría, pero su política urbanística salió adelante con el respaldo del Bloque, como ocurrió con Finca do Conde. En momento decisivos los nacionalistas se abstuvieron, con lo que los votos del PP derrotaban a los socialistas.
5Falta de colaboración judicial. En determinado momento, antes de llegar Porro, el Concello pidió al Tribunal Superior que suspendiese la concesión de licencias. No lo hizo y facilitó que siguiera adelante. Fue el segundo grave error a la vista del resultado final.
3Las dos posturas. Porro y Figueroa defendieron la concesión de licencias con el argumento de que las anulaciones no eran firmes y que de no hacerlo podían incurrir en prevaricación. Mauricio Ruiz y los socialistas proponían lo contrario, asegurando que cuando fueran firmes sería demasiado tarde y la ciudad se vería en un grave problema. El tiempo les ha dado la razón a estos últimos... pero ahí está Finca do Conde.