Por ejemplo, el jueves disfrutaron de la suya (al menos de una de ellas) un grupo de vigueses amantes de los cigarros puros. Haberlos haylos. Y muchos. Baste decir que solo en Galicia el Club Pasión Habanos cuenta con unos 400 socios. Una treintena de ellos, entre los que había dos mujeres, asistieron al encuentro-cena celebrado en el pazo Los Escudos.
La cita, según me cuenta Maite López Varona, una de las primeras mujeres en sumarse a tan humeante club, estaba convocada para celebrar una «cena de superior rango gastronómico», en la que buscaron el maridaje perfecto para el Trinidad Robustos T , lo último de lo último, ya que llegó hace escasas semanas a las cavas españolas.
Mientras los comensales fumadores (José Luis Fernández, Leto Martínez, Celso Cendón, Ángel Puime, Francisco Álvarez, Julio César Flores...) abrían boca con un Montecristo Open Júnior y degustaban los aperitivos, José Andrés Colmena, voz autorizada en cigarros habanos, les fue dirigiendo la cata.
En el apartado gastronómico el menú se completó con carpaccio de lubina, empanada de maíz con berberechos, pulpo a la brasa con gambones, vivieras y cocochas al pilpil y jamón ibérico. Cuando creyeron que no había más, llegó el plato principal: lomo de ternera gallega con trigueros y pastel de maíz. Fue en la sobremesa cuando llegó el momento de encender el Trinidad Robusto T , lo último llegado de las vegas de Pinar del Río.
Se dieron todas las condiciones para una noche perfecta y, sin embargo, no ocultaron una preocupación que ronda a estos forofos de los habanos: la nueva normativa sobre tabaco. Se encomendarán a Trinidad Jiménez para que vea las cosas con el mismo color de cristal que ellos o, lo que es lo mismo, que tenga en cuenta que «los clubes de fumadores son áreas de tolerancia». A ver.
Parece mucho tiempo, pero a Román Pereiro y Malena Lepina se les ha pasado en un vuelo. Fue casi ayer cuando decidieron compartir camino vital y, sin embargo, el calendario, terco, dice que han transcurrido ya 50 años. Hace unos días reunieron a su numerosa familia y a un puñado de buenos amigos para celebrarlo. En total unas 130 personas.
La cita, a la hora de la comida, fue en el pazo de Villarés, un escenario bien querido para Román, ya que por sus estancias y jardines correteó de niño. Y es que la propiedad perteneció a su familia durante más de un siglo.
Vinculada como ha estado desde siempre la pareja al mundo del arte (Malena desde la cuna como buena Lepina, y Román como muñidor del grupo Atlántica), no podían faltar en la fiesta artistas de disciplinas varias. Voz autorizada presente en el sarao me cuenta que la demostración de afectos empezó a las dos de la tarde y se prolongó hasta pasadas las diez de la noche. Nadie tenía prisa por abandonar reunión tan agradable.
Allí estaban, por supuesto, los cuatro hijos de la pareja (Marcos, Pablo, Román y Diego) y sus nueve nietos: Cristina, Amalia, Carmen, Yolanda, Helena, Rosaura, Román, Diego y Martín. Allí estaban también el arquitecto José Luis Pereiro, el decorador Pancho Lepina, los doctores Portela y Arquero, Juan Herrera, José María García Cancelo, Lola Galovart, Mara Costas, Carmen Domínguez, Ventura Pérez Mariño... A juzgar por el efecto que les causó, bien podría decirse que los dos últimos hicieron a los anfitriones uno de los mejores regalos: un escrito que elaboraron al alimón y que cuando lo leyeron a los postres a más de uno se le hizo un nudo en la garganta. Hubo también, como no, regalos menos sentimentales pero igual de festejados. Claro que el mejor de todos fue el deseo de que sigan juntos muchos años más.
El Club Profesional de Cortadores de Jamón ha elegido Vigo para celebrar el primer campeonato nacional de la especialidad. Aquellos que crean que manejan como nadie el cuchillo jamonero tienen hasta el próximo día 5 para inscribirse. Las plazas no son limitadas, sino limitadísimas. Doce y ni una más. La exhibición se realizará los días 19 y 20 de abril. Todos contra todos el primer día, y los finalistas el segundo.
En este caso para futuros artistas. Se están buscando chicas y chicos de entre 15 y 25 años y hombres de 25 a 40 para participar en la grabación de cortometrajes. El cásting se celebrará el próximo día 30, en la Casa da Xuventude. Que quede clara una cosa: los seleccionados no cobrarán ni un duro. Pues eso.