Las primarias no son una novedad para los militantes socialistas vigueses. En 1998 el propio Carlos Príncipe venció en una consulta interna a la ex concejala María José Porteiro. El primero se hizo con la candidatura a la alcaldía tras vencer por 374 votos frente a 200 de entre un censo de 2.500 afiliados y quedar por el camino un tercer aspirante en discordia, el ex edil Miguel Barros.
En el 2003 no hubo lugar a la celebración de la cumbre interna de los socialistas vigueses, al optar la dirección federal del partido por el ex juez Ventura Pérez Mariño como candidato a la alcaldía, la que finalmente disfrutó durante solo seis meses. La acusaciones de poco colaboradores con la campaña electoral del ex magistrado, sirvieron a la dirección estatal de los socialistas para disolver la agrupación del PSOE de Vigo y obligar a partir de cero en su organización y altas de militantes, que en la actualidad rondan los 1.200.
Cuatro años más tarde, en el 2007, la demanda de elecciones primarias se volvió a activar en la agrupación viguesa, llegando a recoger incluso con el apoyo de su dirección unas seiscientas firmas para exigir su celebración. Pero una decisión del comité federal las desestimó alegando criterios de estrategia política e interés general del partido, lo que le valió a Abel Caballero su designación como candidato sin que pudiera haber lugar a la pugna interna.