El gobierno vigués tiene en estos momentos entre manos dos cambios puntuales en el Plan Xeral, que no son pocos teniendo en cuenta que el documento entró en vigor hace algo más de dos años. El primero afecta a Finca do Conde y el segundo al ámbito de la Panificadora.
Salvando esta coincidencia, los objetivos perseguidos son bien diferentes. En Finca do Conde existe una sentencia firme del Supremo anulando la licencia y todo el proyecto urbanístico por infringir el Plan Xeral, y en la Panificadora el Concello busca modificar las previsiones para que no desaparezca la antigua sede industrial.
La decisión de cambiar la situación urbanística ha venido dada por una visión sobrevenida que busca ahora garantizar la pervivencia de la antigua fábrica de pan. Por el contrario, mientras se elaboró el Plan Xeral, entre 2001 y 2007, nadie planteó objecciones al manteniento de un convenio que solo garantizaba la conservación de los hornos.
Posteriormente caló en la sociedad viguesa la conveniencia de mantener en su totalidad la Panificadora. Paralelamente, en el gobierno local se afianzó la idea de aprovechar el recinto para instalar allí la fallida biblioteca estatal. De momento la conservación parece garantizada tras la suspensión de licencias; lo de la biblioteca tardará ya que antes será preciso concluir la modificación del Plan Xeral para después llegar a un acuerdo con el Ministerio de Cultura.