El Deportivo apretó los dientes y sacó adelante un encuentro ante la Real Sociedad que encarriló en la primera parte a su modo (jugada de estrategia y golazo de Riki) y se complicó en el tramo final, a pesar de volver a marcar. El equipo coruñés fue mejor y ganó. Así de simple. Un paso más hacia la salvación.
Dedicó el Dépor los primeros minutos a intentar imponer su ley. Lo conseguía sin mucha autoridad, aunque también sin esfuerzo debido a la pasividad de la Real. Con todo, al minuto cinco Adrián había concedido dos buenos balones de gol, uno desde la línea de fondo y al centro del área y el otro entre los centrales dejando a Guardado mano a mano con Bravo. Quedó en simple amenaza. El rival solo acreditaba un par de centros de mentira obra de Xabi Prieto.
El adiós de Lassad por lesión a los diez minutos y la entrada de Riki otorgaron un grado más de empuje a la línea creativa blanquiazul. Quiso estirarse el rival y lo que hizo fue favorecer el contragolpe coruñés. Un par de errores locales animaron un poco más el partido de la necesidad.
Partido pendular
Ambos se esperaban muy atrás, jugando con las ilusiones ajenas, esperando algún regalo, algún desacierto. El partido era pendular. Tuvo la suya Riki a la media hora tras una recuperación al filo del círculo central que Guardado tradujo en un pase al pico del área.
La Real no se hacía merecedor de la novena plaza que ocupaba, en su habitual línea fuera de Anoeta. Se contagió el Deportivo y el partido languidecía con el balón en (escaso) movimiento. En buena lógica, la estrategia, el esférico estático tenía que ser el clavo ardiendo al que se aferrase el equipo blanquiazul. Lo hizo a la perfección, en el momento adecuado, minuto cuarenta. Botó la falta desde tres cuartos de campo Guardado, en diagonal para que Juan Rodríguez la peinase. Así fue. Y Riki, que no iba a jugar de inicio, en semichilena, la cruzó a gol.
Regresó del descanso el Deportivo medio agazapado, mirando de reojo al rival y dejándose hacer. Cuando lo creyó oportuno, lanzó su zarpazo tras una recuperación de Desmarets (había entrado por el segundo lesionado de la noche, Riki). Adrián anotó a pase de Míchel.
Aparentemente, este gesto sentenciaba el encuentro. Pero seis minutos después fue otro gesto, el de dolor de Antonio Tomás, el que cambió la cara al duelo. Ese, o el de Martín Lasarte introduciendo en el campo a Sarpong. El activo jugador holandés aceleró el ritmo donostiarra y en la confusión convirtió Agirretxe. A sufrir. Como casi siempre.
Se soltó la Real y el Dépor contrarrestó apretando arriba. Surgieron espacios de la nada. Guardado, Míchel y Desmarets se hicieron con las riendas del mediocampo, pero perdían el control en las inmediaciones del área de Bravo. Esto permitió que el rival se armase de valor y gozase de varias oportunidades, una de ellas en una mala defensa de un saque de esquina. Resistió el Dépor con decencia y se llevó los tres puntos que ya se había ganado en la primera parte.
Goles: 1-0, min 40: Riki; 2-0, min 55: Adrián; 2-1, min 64: Agirretxe.
Árbitro: Mateu Lahoz (Valenciano). Amonestó con cartulina amarilla a Colotto y Rubén Pérez, por el Deportivo; y a Illarra, por la Real Sociedad.
Incidencias: Partido de la 27ª jornada del campeonato de Liga de Primera División disputado en el estadio de Riazor ante unos 12.000 espectadores.
Aranzubia, Laure, Rochela, Colotto, Morel, Juan Rodríguez, Antonio Tomás (Rubén Pérez, min 61), Guardado, Míchel, Adrián, Lassad (Riki, min 11) (Desmarets, min 55).
Bravo, Estrada, Ansotegi, Demidov, Mikel (De la Bella, min 61), Rivas (Sarpong, min 61), Illarra, Xabi Prieto, Zurutuza, Griezmann (Ifran, min 79), Agirretxe.