El metal rescata el proyecto del centro de reparación naval de Teis

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

VIGO

Asime lidera un nuevo intento para sacar adelante la alternativa refugio a la crisis que atraviesa el sector

28 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La sociedad Centro de Reparaciones navales de Vigo SA está creada desde el año 2008 con un capital social que supera los 60.000 euros y sede en la calle Doctor Corbal 51, la residencia de Asime (Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia). Esa es toda su historia hasta hoy. Ahora, la patronal del metal, impulsora de la iniciativa, lidera un nuevo intento para intentar sacar adelante la sociedad con al intención de convertirla en la alternativa refugio a un sector, el de la industria auxiliar del naval, que atraviesa por el momento más delicado de la última década.

Asime ya ha comenzado a tramita el desbloqueo del proyecto con puertos del Estado, para la concesión de lámina de agua en Teis. La instalación naval iba a estar operativa a finales del año 2008, si se compraba por 40 millones el astillero Metalships, y tras invertir otros 10 en la adquisición de dos diques flotantes y 5 millones más para hacerse con los terrenos de la desaparecida conservera Núñez Rey (también en la ría viguesa).

Estos activos garantizaban una lámina de agua de 6.000 metros y 35.000 más en tierra.

La decisión de Bruselas a principios del 2008 de bloquear las subvenciones al sector congeló la iniciativa. Industria animó entonces al sector para que presentase un proyecto industrial asociado al concurso eólico. Varios astilleros crearon entonces una sociedad con la que solicitaron más de 600 megavatios. Pero el reparto del del viento efectuado por el BNG dejó fuera al sector naval, pero no al Grupo Rodman, que recibió 39 megavatios para crear la filial Metalships & Dock División de Reparaciones Navales.

La sociedad Centro de Reparaciones Navales de Vigo está participada en un 14% por la Xunta, a través de Xes Galicia, y mantiene acuerdos para su financiación con NCG (en su día Caixanova).

El colectivo había calculado una inversión próxima a los 55 millones de euros para poner en marcha el gran astillero. Un 40% de esta cantidad dependía de las ayudas públicas. Pero ni Bruselas ni el concurso eólico sirvieron para inyectar la liquidez necesaria y la crisis se le echó encima al sector.

El industria auxiliar sabe que tiene ante si un potencial de negocio ya que frente a la ría circula la denominada autopista marítima del Atlántico, por la que pasan al año unas 24.000 embarcaciones. «Si consiguiéramos que solo 1.000 de esos barcos entraran en los muelles de Vigo a hacer reparación y mantenimiento estaríamos hablando de muchos millones de negocio», afirman los empresarios.

55 millones de ?

Inversión necesaria

Un 40% de esta cantidad dependía de ayudas públicas y del concurso eólico.

40 millones ?

Precio de las instalaciones

Cantidad pedida en el 2008 con Rodman para comprar Metalships. La operación fracasó.